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Uno de los principales problemas ambientales es la basura. De los residuos orgánicos se puede producir gas metano, útil como biogás, que es una energía renovable. Nuestro país puede generar certificados de carbono con el biogás, que representa fuente de divisa, a partir de los residuos que se tienen en vertederos, mercados de abasto, producción agrícola ganadera, residuos cloacales, etc.
ESPAÑA (enviado especial). El tratamiento de todo tipo de desechos orgánicos (restos de alimentos, hojas, ramas, residuos cloacales, etc.) constituye actualmente una inversión más que un problema. Además de dar soluciones ambientales, también genera dinero, principalmente para países en desarrollo como el nuestro.
En el marco del mercado de carbono, que nació a partir del Protocolo de Kioto, con el Mecanismo del Desarrollo Limpio (MDL), los países desarrollados (Anexo 1 del Protocolo) están obligados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero que produce el calentamiento global. Y una opción es pagar por un proyecto de captación de esos gases en cualquier país en desarrollo o pagar por proyectos que eviten la emisión de más gases contaminantes.
Paraguay no está en el Anexo 1 y, por tanto, puede generar bonos de carbono. Consiste en certificar la cantidad de gases de efecto invernadero secuestrado o cantidad evitada de emisión.
Países europeos, y también Japón y Canadá, están explorando proyectos MDL en América Latina. Nuestra región latinoamericana ya otorgó más del 40% del total de bonos de carbono, según un informe del Banco Mundial. Paraguay está entre los peores negociadores de estos certificados de carbono.
Según el Protocolo de Kioto, aquellos proyectos que reduzcan o capturen emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), como el metano, podrán generar "bonos de carbono" o CERs (del inglés Carbon Emision Reductions). Los países que no logren la reducción deben adquirir estos bonos a quienes contaminan menos. Cada bono o certificado de carbono se paga entre 3 a 10 dólares. Un bono equivale a una tonelada de dióxido de carbono (CO2).
Paraguay califica para esta negociación. Lamentablemente, no la aprovecha por desidia de la Secretaría del Ambiente (Seam), a cuyo cargo está la oficina de MDL para impulsar, difundir e incentivar estos proyectos. Además, es la Seam la que debe movilizar la generación de estos bonos. Sin embargo, hay un desconocimiento general de este negocio en los sectores que pueden lograr recursos para nuestro país.
Producir biogás
Uno de los proyectos que generan bonos de carbono es la producción de biogás a partir de la basura orgánica. Los gases metano (CH4) y CO2 son los principales biogases producidos como resultado de la fermentación de materia orgánica en ausencia del aire y la acción de un grupo de microorganismos.
Se puede obtener biogás en un vertedero como el de Cateura y del Farol (Remansito), así como del estiércol de animales domésticos (vacas, cerdos y aves), de residuos vegetales (pajas, pastos, hojas secas) y de residuos domésticos como restos de comida, yerba, frutas, verduras, bagazo de maíz, cáscara de papa, frutas no aprovechadas (mango, guayaba, naranja, limón, pomelo), etc.
En países europeos aprovecharon prácticamente todos los residuos enterrados y ahora generan gas metano a partir de desechos de frutas y hortalizas, así como de los pozos negros (pozos ciegos).
Con el biogás se puede brindar energía eléctrica para la actividad de los propios vertederos, a los vecinos y un amplio sector, según la cantidad producida. Además de aprovechar la energía, también se cuantifica la tonelada de metano convertido en electricidad y se generan los bonos de carbono, que es dinero seguro.
Metano, como principal
El metano es el principal componente del biogás y es el que le brinda las características combustibles. Es incoloro e inodoro, cuya combustión produce una llama azul y son productos no contaminantes.
Producir metano de desechos es el principal negocio, ya que una tonelada de este gas equivale a 21 toneladas de CO2. Los bonos se pagan por CO2 equivalente (1 ton. CH4 = 21 ton. CO2). Basta con producir una tonelada de metano para lograr 21 bonos.
Esta diferencia se debe a que el metano es 21 veces más dañino que el CO2 como gas de efecto invernadero y, por tanto, se paga más para evitar su emisión.
Biodigestores
Para producir biogás comercializable como fuente energética, se recurre a los equipos biodigestores. Con ello, se puede alimentar un sistema generador de electricidad. Un metro cúbico de biogás equivale a medio metro cúbico de gas natural (5 kw/h).
El biodigestor es un equipo o depósito completamente cerrado, donde los residuos orgánicos se fermentan sin aire para producir gas metano. La biodigestión provee tres productos: uno sólido, que es un excelente abono; otro líquido, que puede utilizarse para riesgo subterráneo mediante un lecho nitrificante; y el gaseoso, que es el biogás.
Hay empresas que se dedican a construir e instalar los biodigestores, así como los hay de producción casera. Los ejemplos de equipamientos y técnicas, así como costos, cantidad de kilos de materia orgánica requerida, etc, abundan en internet (google y youtube.com), ya que para cada caso requiere un estudio específico.
En nuestro país, los dos primeros biodigestores que se conocen están en Itapúa, para aprovechamiento de heces de cerdos, y otro en Itá Enramada.
Ejemplos en otros países
En la planta automotriz de BMW, en los Estados Unidos, el 70% de electricidad es biogás, generada en un basural cercano del cual se aprovecha el metano.
Otro ejemplo tenemos bien cerca de nuestro país: Es en el municipio de Cerrito, Argentina, que con el asesoramiento de la Universidad Nacional del Litoral de Santa Fe está realizando el tratamiento de basura.
Con el biogás logrado (biodigestión de residuos orgánicos domiciliarios), brinda energía eléctrica a las instalaciones de las casas que se ofrecen como alojamiento en la ex estación Urquiza del ferrocarril. Beneficia también a todo un complejo polideportivo municipal de la zona, con calefacción para la piscina, que aprovechan preferentemente los niños de una escuela del entorno.
De esta iniciativa participan todos los vecinos de Cerrito, que en sus casas separan la basura, para reunir solo lo orgánico que irá a parar en el biodigestor. La Comuna realiza recolecta diferenciada de los desechos orgánicos (lunes, miércoles y viernes) e inorgánicos (martes y jueves). Los inorgánicos, en su mayoría reciclables, son los plásticos, los metales, cartones, vidrios, maderas, etc.