Prioridad será conocer realidad de la diócesis y de sus fieles

El nuevo obispo de Ciudad del Este, Mons. Guillermo Steckling, anunció que a partir de hoy trabajará intensamente por la unidad de esta iglesia en particular. Steckling indicó que su prioridad será conocer la realidad de la diócesis, por ser una persona que viene de afuera. “Mi primer trabajo será compartir con los fieles de esta ciudad, luego recorreré las otras localidades”, dijo.

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CIUDAD DEL ESTE ( Aníbal Modesto Velázquez y Fernando Romero, enviados especiales).Durante la entrevista con este diario, habló del padre Carlos Urrutigoity, a quien se lo acusa de abuso de seminaristas. Indicó en ese sentido que ahora mismo él está de vacaciones y cuando retorne hablará con él para saber su destino. De los seminarios formados por Livieres Plano indicó que no se cerrarán, pero la educación que imparte será adecuada a las de los otros seminarios.

El nuevo obispo indicó que Urrutigoity está en su comunidad y hablará con él cuando visite su comunidad. Agregó que no tiene ningún informe sobre él, lo único que sabe de él es todo lo que apareció en la prensa. Sobre el anterior obispo, Rogelio Livieres Plano, él ha emitido señales de que quiere colaborar y una actitud positiva, al igual que el mensaje que lanzó, instando al pueblo a obedecer al Papa y al nuevo obispo.

Al referirse a su nueva sede, indicó que es una zona rica en inmigrantes, aquí hay gente de todas las nacionalidades.

Sobre los seminarios que formó Livieres Plano y que fueron muy cuestionados por los obispos por no adoptar las directivas de la Conferencia Episcopal, Steckling indicó que recibió el informe de la visita apostólica que dispuso aquí el Papa, que tiene algunos puntos que se deben mejorar, pero no hay una sugerencia para cerrarlos, sino que se siga el mismo ritmo y mejorar la formación académica y en lo pastoral.

Otra decisión que se tomará es la integración de estos seminarios al sistema de los demás, que sean como el de Caacupé, el Mayor de Asunción y otros seminarios menores. Trabajar juntos para que haya una formación unificada y fundamentada en la Palabra de Dios.

Steckling, de 67 años, habla alemán, español, guaraní, inglés, francés e italiano. Le falta un poquito portugués, como dijo, y hace tiempo está trabajando en el Paraguay.

Indicó que la función del obispo en sí es velar por la unidad, el mismo sacramento que recibe significa eso: orden sagrado. “Debemos trabajar ordenadamente, respetándonos y promoviendo los diferentes carismas que hay en la Iglesia”, apuntó.

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