Cargando...
El pasado martes, la Seam retiró la licencia ambiental de las dos torres de viviendas de lujo que están siendo construidas por la empresa Emprenurban, cuya directora comercial es Natalia Fleitas, a un costado de la avenida Santísima Trinidad, en el barrio Trinidad de Asunción.
La medida fue adoptada luego de que técnicos del ente estatal constataran que las napas freáticas (aguas subterráneas) originadas de una vena del acuífero Patiño fueron desviadas de forma artificial, secando los pozos artesianos y los arroyuelos de la zona que durante más de 200 años formaron parte del paisaje del barrio.
El asesor jurídico de la Seam, Hugo Cañizá, explicó que la empresa Emprenurban presentó el lunes un pedido de reconsideración, que incluye una serie de propuestas para mitigar el problema generado por el desvío de las aguas subterráneas. Este plan fue puesto a consideración del área técnica de control ambiental, donde se evaluará. Los detalles de la propuesta aún no fueron hecho públicos.
A partir de los análisis, los técnicos dictaminarán si las medidas son competentes. Dependiendo del resultado, la Seam indicará si corresponde retirar la suspensión a la licencia.
El resultado de los estudios deberá ser puesto a consideración del juez Marcos Galeano, de la Asesoría Jurídica de la Seam, para dar trámite al expediente presentado por los responsables del “Palacio de los Patos”.
Crítica a la Seam
El hidrogeólogo Celso Velázquez criticó el actuar de la Seam en el otorgamiento y posterior retiro de la licencia a la obra. Manifestó que no se debió autorizar una obra sobre un curso de agua.
Consultado sobre una posible negligencia de técnicos de la Seam, el abogado Cañizá expresó que el artículo 11 de la Ley 294/93, “de evaluación de impacto ambiental”, faculta a la Secretaría a expedir una licencia –al iniciar o al proseguir– una obra y además a pararla en caso de que surjan “situaciones no previstas” como las que ocurrieron en la construcción de la obra en cuestión.
Dijo que no se puede hablar de negligencia cuando en el informe técnico se habla de “efectos no previstos”, tal como había manifestado el coordinador de evaluación de impacto ambiental de la Seam, Claudio Velázquez, luego de haber dado a conocer la resolución que ordenó el retiro temporal de la licencia ambiental a la obra.
Agua con arena roja
Durante un recorrido realizado por ABC Color en la zona del cauce del arroyo Trinidad –que nace a partir del agua subterránea hallada en la obra del “Palacio de los Patos”– pudimos constatar que el caño construido por la contratista largaba agua con arena roja, proveniente de la construcción.
Consultamos con vecinos, quienes nos manifestaron que desde la suspensión de obras, el caño improvisado dejó de traer agua cristalina al cauce, que cruza por detrás del estadio del Club Rubio Ñu de Trinidad.
Expresaron que los responsables de la empresa que construye el edificio se comprometieron a reencauzar el arroyo, una vez que las obras concluyan.
Los vecinos estiman que unos 150 obreros no están trabajando en la obra, debido a que esta se encuentra paralizada.
Pidieron solución
Pobladores del barrio Trinidad que presentaron la denuncia que desembocó en el cese temporal de la licencia ambiental a la obra relataron que la naciente pertenece a una vena del acuífero Patiño que durante años sirvió de agua a antiguas familias de la zona. En la quinta Sosa, los pozos artesianos y los cauces hídricos, que en otra época se constituían en atractivos naturales del barrio, quedaron secos.
En su denuncia, los vecinos solicitaron que la firma encargada de la construcción solucione el inconveniente. La empresa Emprenurban construye en el lugar un complejo de viviendas de lujo, para lo cual maneja una inversión de unos US$ 60 millones.