Cargando...
Esta advocación mariana surgió para ensalzar el rol cotidiano de la Virgen María en la obra de redención de su hijo Jesús. Los creyentes que participan de este acto que hayan practicado la confesión, comunión, oración por las intenciones del Papa y actos de caridad a favor del necesitado podrán ganar la indulgencia plenaria, que es el perdón de los pecados.
Acerca de la Virgen María Ama de Casa, durante su vida terrenal también fue ama de casa, tal como miles de mujeres de aquella época y millones de la actualidad.
Fue la Liga de Amas de Casa la que recurrió a monseñor Pastor Cuquejo, quien aprobó el proyecto y hoy se habla de una nueva advocación de la Virgen María, para resaltar su rol cotidiano en la obra de la redención.
Hacer pan, preparar los alimentos, limpiar la casa, cuidar al hijo, ir al mercado, buscar el agua diariamente, lavar la ropa, tejer la lana, confeccionar las prendas de vestir de la familia, eso y más era la misión de la ama de casa, y la Virgen María realizaba dichas actividades normalmente.
María fue ama de casa. En aquella época y en la sociedad judía de Nazareth. Ella, José y Jesús vivían en una casa modesta igual a la de sus vecinos, ya que Nazareth era una ciudad económicamente pobre con casas ubicadas en unos promontorios de la Baja Galilea y en ese ambiente, María cuidaba y educaba a Jesús.
Esta advocación se remonta a la devoción que tiene la madre de Dios en la Argentina, donde se la conoce como Santísima Virgen María, Patrona de las Amas de Casa, que fue promocionada por la Liga de Amas de Casa del vecino país. Su presidenta, Lita Palermo de Lazzari, vino al Paraguay y la promocionó, y también aquí surgió la idea de exaltar la misión de la Virgen en sus tareas cotidianas, dijo Leni Pane, presidenta de la Liga de Amas de Casa del Paraguay.
La Virgen María es una sola, con muchas advocaciones; unas tienen carácter mítico como la Virgen de la Anunciación, Virgen de la Presentación, la Inmaculada Concepción.
Además, las apariciones terrenales de la Virgen han dado lugar a la construcción de santuarios dedicados a la Virgen como Guadalupe en México, Caacupé en el Paraguay, del Pilar en Zaragoza, entre otras.
Según la doctrina de la Iglesia Católica, las advocaciones son las denominaciones complementarias que se aplican al nombre de una persona divina.