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La plaza Italia, otrora sitio de ocupación predilecto de indígenas, fue completamente recuperada. Hace pocos días culminó la colocación del vallado perimetral que impedirá que vuelva a ser ocupada, según la Municipalidad de Asunción. El enrejado le costó al municipio unos G. 220 millones y estuvo a cargo de la empresa del Arq. Carlos Sosa.
El vallado metálico tiene dos metros y medio de altura y seis portones corredizos que permanecerán abiertos desde las 6:00 hasta las 22:00. Al menos, este es el horario sugerido por la Intendencia, que debe ser puesto a consideración de la Junta Municipal en breve.Además de la colocación de las rejas, la Dirección de Aseo Urbano realiza trabajos de hermoseamiento y jardinería. También se sustituyeron juegos obsoletos en el parque infantil por otros nuevos. Estos trabajos tienen un costo adicional de G. 50 millones, según se informó.
El director de Aseo Urbano, Omar Mendieta, explicó que paralelamente a la colocación de las rejas, los obreros a su cargo trabajan en la reparación del piso, cambio de baldosas, elevación de canteros y construcción de muros de piedra.
Para la Comuna, en breve la plaza Italia se convertirá en un modelo de espacio público en la ciudad, con la culminación de los trabajos de hermoseamiento y la instalación de wi-fi (Internet inalámbrico), propuesta que ya fue aprobada en la Junta Municipal de Asunción.
En cuanto a la seguridad del espacio público, los seis portones distribuidos sobre las calles que rodean la plaza, 14 de Mayo, Jejuí, 15 de Agosto y Ygatimí, tendrán guardias de seguridad que impedirán el ingreso de personas en forma masiva.
Situación de las plazas
Otros espacios públicos de la ciudad también urgen que la Comuna tome interés en ellos.
Pese a las millonarias recaudaciones en concepto de mantenimiento de plazas, la mayoría de los espacios públicos de la ciudad lucen cada vez peor.
En ellos, la falta de iluminación y el abandono han contribuido a convertirlos en lugares inseguros que los vecinos prefieren no visitar, por temor a los malvivientes que hacen de ellos una suerte de "aguantaderos".