Lafuente refirió que el esfuerzo de todos los actores debe apuntar a una política de vinculación estrecha entre la educación y el trabajo. “Cada vez se precisa de mayor y cualificada mano de obra. Podemos hablar de una revolución de las habilidades, ya que existen actividades laborales que requieren de múltiples tareas y competencias. Esto tiene implicancia muy seria con la Teoría de Darwin, en este caso, los más preparados siguen, progresan”.
“No podemos predecir el futuro, pero sí podemos incidir en él con un enfoque en los derechos humanos fundamentales y el trabajo digno. Todas las respuestas deben ser éticas”, agregó.
Por su parte, Walter Varela, presidente de Juntos por la Educación, manifestó que el camino para el desarrollo es tener un conocimiento claro de trabajar juntos y articulados.
“Nuestro objetivo debe apuntar a conformar una red, apoyando una gestión clara. Debemos darles a los padres y a los jóvenes la esperanza y motivación de que cuando terminen sus cursos podrán obtener un trabajo digno. Eso va a hacer, que en los estratos más humildes, la permanencia en las aulas sea mucho más fuerte. Solo la educación es la clave para salir de la pobreza”, apuntó.
Expertos de varios países expusieron ayer sus experiencias en materia de educación orientada al trabajo cualificado.