Piden más médicos e insumos para enfermos renales del interior del país

El peregrinar diario de los enfermos renales crónicos para someterse a las extenuantes sesiones de diálisis y seguir viviendo permite darse cuenta de la necesidad de ampliar, mejorar y humanizar los servicios de nefrología de Salud Pública en el Paraguay. Hay cientos de enfermos que mueren por falta de diálisis y medicamentos, afirma en su evaluación del año, el presidente de la Asociación de Dializados del Paraguay, Juan Óscar Deppis de 55 años de edad.

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La falta de recursos humanos, médicos, insumos, así como la habilitación de más centros de diálisis en el interior del país, son las principales preocupaciones de Juan Deppis que se dializa desde hace siete años en el Hospital Nacional de Itauguá y es presidente de la Asociación de Dializados del Paraguay, que es padre de tres hijos y vive, en Capiatá.

Juan Deppis resalta que los enfermos renales crónicos solo tienen dos opciones para seguir viviendo: dializarse o recibir un trasplante de órgano. Sin embargo, el Estado no les facilita a todos los enfermos del país, ninguna de las dos alternativas.

“Hay cientos de renales crónicos en todo el país, que mueren por falta de tratamiento o porque no reciben la frecuencia necesaria de diálisis para seguir viviendo o que no pueden comprar los insumos y medicamentos que son caros”, lamenta el presidente de la Asociación de Dializados del Paraguay, Juan Óscar Deppis.

“Yo me dializo tres veces por semana en el Hospital Nacional, los martes, jueves y sábados de 11:30 a 15:30, donde somos 125 pacientes en total en 21 camas, con 12 niños. Están en lista de espera unos 300 enfermos renales crónicos”, manifiesta Deppis que desde julio de este año, recibe un salario de un poco más de G. 3.000.000 del Ministerio de Salud para hacer el trabajo de fiscalizador de los centros de diálisis, que desde hace más de una década realizaba gratuitamente, con los aportes de sus compañeros y de sus recursos propios.

“Me encargo del mantenimiento de las máquinas de diálisis, me ocupo de las necesidades de todos los centros de diálisis del país y presento las necesidades más urgentes en el Ministerio de Salud. Logré en pocos meses muchas mejoras en el servicio: instalación de nuevas máquinas y otras arregladas.

Juan Deppis, presidente de la Asociación de Dializados del Paraguay, desde 2012 y presidente de la Asociación de Dializados y Enfermos Renales del Hospital Nacional desde 2010, recibió amenazas de todo tipo por denunciar las carencias de los centros de diálisis, en varias manifestaciones frente al Hospital Nacional y frente al Ministerio de Salud. Y que está agradecido, que actualmente siga contando en su equipo de trabajo, con un delegado en cada centro, que trabajan gratuitamente. Porque el salario que él recibe, no alcanza para recorrer todo el país, y presentar los informes de las principales carencias.

Deppis denunció en su lucha que el Hospital Nacional se está convirtiendo en un cementerio y un basurero. Un lugar de persecución de los funcionarios que denuncian la falta de insumos y medicamentos. Y que desde la creación de la asociación ya fallecieron cientos de pacientes y durante los últimos años son casi nulos, los casos de trasplantes en dicho hospital donde se dializa”, manifestó.

Añadió que son más de 1.500 los que necesitan diálisis en todo el país y apenas el 70 por ciento accede a ella, porque lo que hace falta es la instalación de más máquinas, recursos humanos, médicos e insumos.

El dirigente lamentó que padeciendo una enfermedad de por sí discapacitante y dolorosa, los enfermos renales tengan que batallar diariamente para poder conseguir los insumos básicos para su tratamiento. O tengan que recorrer los pasillos de los hospitales buscando una máquina de diálisis para seguir viviendo y no tengan respuesta favorable del Estado.

“Siempre voy a hacer el trabajo de ayudar y apoyar a mis compañeros, porque me siento útil. Y con el pasaje, la estadía y los alimentos, no me alcanza lo que me pagan, pero pienso en los enfermos crónicos como yo y sigo con alegría mi trabajo”, significa y precisa que realizan constantes medidas de fuerza, o manifestaciones públicas, debido a la falta de medicamentos e insumos que deben enfrentar para poder cumplir con sus tratamientos.

eolmedo@abc.com.py

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