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“Hace falta que se cumplan las leyes laborales. Hay muchos empleados que no son asegurados en el Instituto de Previsión Social. El salario mínimo no alcanza para vivir dignamente. Hace falta más puestos de trabajo”, expresó Lucila Coronel Aguilar (56), empleada de una empresa de comestibles. Ella es madre de dos hijos ingenieros y vive en Loma Pytã.
Guillermo Maidana (40), casado, padre de una niña, trabaja lustrando zapatos, en la Calle Palma. Dijo que la capacitación de los jóvenes para el mundo laboral es importante, además que se incentive la habilitación de más fábricas e industrias. Para ello, el Paraguay debe combatir la inseguridad y evitar que haya delincuencia juvenil.
“El trabajo honesto siempre dignifica al hombre. Lamentablemente muchos jóvenes se dedican a robar porque ya no se quieren sacrificar”, resaltó y agregó que vive en el barrio Roberto L. Pettit.
Marcos Benítez (36) trabaja en una empresa de cobranzas. Pide mejorar las condiciones de trabajo en las empresas, que los patrones otorguen una retribución acorde a la responsabilidad y la capacitación y que se premie a los mejores empleados.
Jonatan Zárate (21), bancario, resaltó que el trabajador necesita percibir una salario digno, que las ocho horas diarias indicadas en el Código del Trabajo sean cumplidas, y que si hay horas extras trabajadas que sean pagadas. Hacen falta más fuente de empleo, dijo.
Felicita de González (58) artesana desde hace 30 años, dijo que como presidenta de la Asociación de Feria Artesanal de Asunción, ubicada en la Plaza de la Libertad, necesitan mejorar sus puestos laborales para aumentar las ventas que bajaron considerablemente. “El paseo artesanal está en la guía turística”, dijo.