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Hablan acerca de la comunidad sorda como un pueblo, una minoría étnica, visual, que se comunica con lengua de señas, y que tiene muchos desafíos, para lo cual se necesitan leyes y reglamentos específicos. Advierten que la educación para los niños sordos es insuficiente, un fraude.
Las organizaciones nacionales de sordos Odespar incluyen a la Asociación Cultural de Sordos (Asoculsor), la Sociedad Paraguaya de Sordos (SPS) y la Federación Deportiva de Sordos del Paraguay, que definen que las personas sordas son una etnia, una comunidad lingüística.
Estos y muchos otros conceptos fueron brindados por el líder de la Asociación de Sordos del Alto Paraná, Pierre Paolo Occulto, el integrante de Asoculsor Marcelo dos Santos, la presidenta de la Sociedad Paraguaya de Sordos Dolly Aguilera, Edilberto Brondell, Miguel Giménez, Lincy Giménez y Rogelio Ocampos, (miembros de la SPS). Ellos recuerdan que aunque la Convención de las Naciones Unidas reconoce la etnicidad sorda, en Paraguay se la desconoce, permaneciendo el enfoque clínico de la sordera, etiquetando a las personas sordas como enfermos minusválidos.
Claman por el reconocimiento y la enseñanza de la lengua y cultura sorda, que hasta hoy entienden está ausente en los currículos educativos. Remarcan que el desconocimiento de la etnicidad sorda involucra que los niños sordos deban asistir a clases para oyentes, en un programa excluyente, a pesar de ser llamado incluyente.
"Somos un pueblo, igual que otras minorías lingüísticas; tenemos que copiar ese modelo. Queremos que en el currículum escolar se contemple eso, y que el niño pueda tener una identificación cultural. Lo más importante es que el niño tenga un entorno lingüístico, que tenga compañeros sordos, de modo que pueda identificarse", afirma Dolly Aguilera.
Lengua de señas
Los entrevistados recuerdan la obligatoriedad del Estado de reconocer y promover el uso de la lengua de señas. Remarcan que esta aún no tiene un reconocimiento oficial en la legislación nacional, salvo por una resolución ministerial.
Recuerdan que el Ministerio de Educación tiene la obligación de asegurar que se imparta en lengua de señas la educación a las personas sordas, y que ello no ocurre, poniendo como ejemplo en ese ámbito a la escuela Antonio Próvolo, y la escuela Rosa Peña.
Acerca del Inpro indican que ha heredado una tradición oralista, limitando su acción hacia la discapacidad auditiva, con un enfoque médico.
Entienden que el Inpro debe cumplir su rol de protector, amparando a los sordos contra toda forma de discriminación, abandono, explotación y trato cruel o degradante, que pueda perjudicar su salud y educación.
Personas visuales
Definen los entrevistados que las personas sordas son seres visuales, cuya comunicación es totalmente visual, con la lengua de señas. Indican que desde que nace un niño sordo, su vida, entorno, educación y el proceso de socialización deben transitar por otros caminos, que lo conduzcan a la misma competencia lingüística e intelectual que la del oyente.
Inclusión
"Para nosotros, inclusión significa escuelas separadas, porque somos un pueblo étnico, que quiere tener escuelas separadas. Eso dice nuestra Federación Mundial de Sordos", enfatiza Dolly, y agrega: "Nos gustaría que no nos pongan rótulos. Nosotros no nos consideramos discapacitados. Somos una minoría lingüística, y lo que queremos es una escuela separada, no integrada".
Añade Marcelo dos Santos que ello tiene que ver con haber adoptado un enfoque sociocultural, en concordancia con lo definido por la Convención de las Naciones Unidas.
Mundo visual
"Las personas sordas viven en un mundo netamente visual, mientras los oyentes viven en un mundo auditivo, y por ende no podemos mezclar esos dos mundos", opina Marcelo.
Rogelio Ocampos advierte que el Día Mundial de las Personas Sordas, para quienes integran las organizaciones nacionales mencionadas, no es un día de fiesta, sino de reivindicaciones.
Situación gravísima
"Nosotros estamos muy tristes por la educación del niño sordo paraguayo. Tenemos una situación gravísima, porque existe una sola escuela pública en Paraguay, con 60 alumnos sordos, mientras hay unas 7.000 personas sordas aproximadamente", enfatiza Ocampos, y añade que por ejemplo la escuela Rosa Peña enseña hasta el sexto grado, y sus alumnos culminan a los 17 años, con una lectura comprensiva de segundo grado.
Fraude, estafa
"El Estado no le da la oportunidad a un niño sordo de que termine la primaria, para que pueda seguir estudiando por lo menos un oficio. Se necesita una formación primaria para entrar al SNPP. Esta es nuestra realidad. La escuela pública es demasiado insuficiente, 60 alumnos para todo un país, donde no se le enseña absolutamente nada. Se trata de oralizarle al niño de una forma casera, ni siquiera un método de oralismo puro, y ni siquiera hablan en lengua de señas. Es una verdadera estafa, es un fraude", reflexiona Rogelio Ocampos.
Legislación
Pierre Paolo Occulto afirmó que la escuela Antonio Próvolo de Italia se maneja en el ámbito de la lengua de señas. Opina que en nuestro país las personas sordas tienen muchos problemas, e hizo referencia especialmente a la falta de legislación y a la lengua de señas.
Más datos, llamar al 226-445, 0983 754-716, 562-572, 0981 613-899, 221-628, 0982 754-716.
Las organizaciones nacionales de sordos Odespar incluyen a la Asociación Cultural de Sordos (Asoculsor), la Sociedad Paraguaya de Sordos (SPS) y la Federación Deportiva de Sordos del Paraguay, que definen que las personas sordas son una etnia, una comunidad lingüística.
Estos y muchos otros conceptos fueron brindados por el líder de la Asociación de Sordos del Alto Paraná, Pierre Paolo Occulto, el integrante de Asoculsor Marcelo dos Santos, la presidenta de la Sociedad Paraguaya de Sordos Dolly Aguilera, Edilberto Brondell, Miguel Giménez, Lincy Giménez y Rogelio Ocampos, (miembros de la SPS). Ellos recuerdan que aunque la Convención de las Naciones Unidas reconoce la etnicidad sorda, en Paraguay se la desconoce, permaneciendo el enfoque clínico de la sordera, etiquetando a las personas sordas como enfermos minusválidos.
Claman por el reconocimiento y la enseñanza de la lengua y cultura sorda, que hasta hoy entienden está ausente en los currículos educativos. Remarcan que el desconocimiento de la etnicidad sorda involucra que los niños sordos deban asistir a clases para oyentes, en un programa excluyente, a pesar de ser llamado incluyente.
"Somos un pueblo, igual que otras minorías lingüísticas; tenemos que copiar ese modelo. Queremos que en el currículum escolar se contemple eso, y que el niño pueda tener una identificación cultural. Lo más importante es que el niño tenga un entorno lingüístico, que tenga compañeros sordos, de modo que pueda identificarse", afirma Dolly Aguilera.
Lengua de señas
Los entrevistados recuerdan la obligatoriedad del Estado de reconocer y promover el uso de la lengua de señas. Remarcan que esta aún no tiene un reconocimiento oficial en la legislación nacional, salvo por una resolución ministerial.
Recuerdan que el Ministerio de Educación tiene la obligación de asegurar que se imparta en lengua de señas la educación a las personas sordas, y que ello no ocurre, poniendo como ejemplo en ese ámbito a la escuela Antonio Próvolo, y la escuela Rosa Peña.
Acerca del Inpro indican que ha heredado una tradición oralista, limitando su acción hacia la discapacidad auditiva, con un enfoque médico.
Entienden que el Inpro debe cumplir su rol de protector, amparando a los sordos contra toda forma de discriminación, abandono, explotación y trato cruel o degradante, que pueda perjudicar su salud y educación.
Personas visuales
Definen los entrevistados que las personas sordas son seres visuales, cuya comunicación es totalmente visual, con la lengua de señas. Indican que desde que nace un niño sordo, su vida, entorno, educación y el proceso de socialización deben transitar por otros caminos, que lo conduzcan a la misma competencia lingüística e intelectual que la del oyente.
Inclusión
"Para nosotros, inclusión significa escuelas separadas, porque somos un pueblo étnico, que quiere tener escuelas separadas. Eso dice nuestra Federación Mundial de Sordos", enfatiza Dolly, y agrega: "Nos gustaría que no nos pongan rótulos. Nosotros no nos consideramos discapacitados. Somos una minoría lingüística, y lo que queremos es una escuela separada, no integrada".
Añade Marcelo dos Santos que ello tiene que ver con haber adoptado un enfoque sociocultural, en concordancia con lo definido por la Convención de las Naciones Unidas.
Mundo visual
"Las personas sordas viven en un mundo netamente visual, mientras los oyentes viven en un mundo auditivo, y por ende no podemos mezclar esos dos mundos", opina Marcelo.
Rogelio Ocampos advierte que el Día Mundial de las Personas Sordas, para quienes integran las organizaciones nacionales mencionadas, no es un día de fiesta, sino de reivindicaciones.
Situación gravísima
"Nosotros estamos muy tristes por la educación del niño sordo paraguayo. Tenemos una situación gravísima, porque existe una sola escuela pública en Paraguay, con 60 alumnos sordos, mientras hay unas 7.000 personas sordas aproximadamente", enfatiza Ocampos, y añade que por ejemplo la escuela Rosa Peña enseña hasta el sexto grado, y sus alumnos culminan a los 17 años, con una lectura comprensiva de segundo grado.
Fraude, estafa
"El Estado no le da la oportunidad a un niño sordo de que termine la primaria, para que pueda seguir estudiando por lo menos un oficio. Se necesita una formación primaria para entrar al SNPP. Esta es nuestra realidad. La escuela pública es demasiado insuficiente, 60 alumnos para todo un país, donde no se le enseña absolutamente nada. Se trata de oralizarle al niño de una forma casera, ni siquiera un método de oralismo puro, y ni siquiera hablan en lengua de señas. Es una verdadera estafa, es un fraude", reflexiona Rogelio Ocampos.
Legislación
Pierre Paolo Occulto afirmó que la escuela Antonio Próvolo de Italia se maneja en el ámbito de la lengua de señas. Opina que en nuestro país las personas sordas tienen muchos problemas, e hizo referencia especialmente a la falta de legislación y a la lengua de señas.
Más datos, llamar al 226-445, 0983 754-716, 562-572, 0981 613-899, 221-628, 0982 754-716.