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En esta edición se dio una actuación inédita, ya que el obispo de Caacupé, Mons. Ricardo Valenzuela, encabezó la peregrinación desde el Km. 52 de la Ruta Mariscal Estigarribia, constituyéndose en el primer obispo en acompañar esta manifestación de religiosidad popular, según Delfín Guimaraes, presidente de la Asociación de Jinetes del Paraguay.
El paso de los jinetes despertó mucha emoción en la gente que tuvo la oportunidad de estar en la zona, al mediodía de ayer. Eran saludados con pañuelos blancos a su paso por las principales calles de la ciudad.
En el acto de bendición de los animales, que se realizó en la plazoleta, Guimaraes expresó que cada año en esta fecha representantes de jinetes de todo el país llegan junto a la Virgen trayendo sus preocupaciones y tristezas de la sacrificada vida del campo.
Mons. Valenzuela agradeció la oportunidad de poder acompañar a los trabajadores del campo en esta manifestación de fe. Los exhortó a seguir depositando sus esperanzas y preocupaciones en manos de la madre de los paraguayos, ya que a lo largo de la historia se demostraron sus milagros.