Pastor menonita dice que en el Paraguay se menosprecia el trabajo

FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). El joven pastor menonita Heinz-Dieter Giesbrecht (34) acudió amablemente a una conversación periodística sobre la importancia de la fe cristiana para el desarrollo. Giesbrecht dice que Dios no tenía previsto la pobreza, resultado del distanciamiento del ser humano de Dios. Además, en nuestra sociedad se ha menospreciado desde la época colonial el trabajo, buscando la fortuna al estilo de lotería. Por eso, el acompañamiento espiritual es fundamental para que una comunidad progrese. A continuación transcribimos la conversación.

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-La creencia menonita, ¿en qué ha contribuido al desarrollo y a la prosperidad de las colonias del Chaco?
-La creencia menonita se basa en los valores de la Biblia. Jesús mismo resume estos valores bíblicos en lo que él llama el gran mandamiento. Este consiste en amar a Dios de todo corazón (San Mateo 22,37). Pero este amor no es algo invisible o espiritual, sino se manifiesta en la solidaridad con el prójimo. Amar al prójimo como a sí mismo es una expresión concreta del amor hacia Dios.
Este concepto de vivir en responsabilidad ante Dios y ante el prójimo es algo fundamental en la creencia menonita. Algunos frutos de esta actitud son, por ejemplo: Buscar relaciones familiares estables, ser honesto, honrar con el trabajo a Dios, ayudarse mutuamente, llevar un estilo de vida sencillo, no considerarse como dueño, sino como administrador de la creación, etc. No quiero decir que esto es manifiesto en todos casos. También en las colonias menonitas existe un secularismo creciente, lo que significa que no todos comparten la fe menonita y como consecuencia existe el riesgo de que estos valores se pierdan siempre más. Pero son fundamentos de la creencia menonita que han contribuido al desarrollo y a la prosperidad y lo siguen haciendo.

-Para que pueda progresar una comunidad, ¿el acompañamiento espiritual es importante?
-Es fundamental. El progreso es siempre fruto de una lucha. La lucha diaria de ganarse el sostén, la lucha por la salud física, emocional y espiritual, la lucha por relaciones saludables, sean matrimoniales, familiares o sociales en general y la lucha por una integridad personal requieren de un acompañamiento pastoral. Todo esto tiene más éxito si la persona encuentra un sentido fundamental en su vida. Según la Biblia, el sentido de la vida es honrar a Dios y vivir en relación con él. Somos administradores de los recursos y dones que provienen finalmente de Dios. Si la persona reconoce esto, entonces va realizar sus deberes diarios con dedicación y excelencia.
-¿En qué sentido una creencia puede contribuir para que un individuo deje el conformismo, la haraganería y se dedique a producir y salir del atraso?
-Si toda la vida es un culto en honor a Dios, como lo expresa el apóstol San Pablo en Romanos 12, entonces cada detalle de la vida tiene significado. No existen cosas profanas que no tienen peso. "Esto, por ejemplo, tiene un impacto fuerte en cómo vemos el trabajo diario. El trabajo diario tiene una trascendencia importante, porque es una expresión de honrar a Dios, si lo hacemos con dedicación, excelencia y honestidad. De esta manera una persona reconoce también el sentido de su vida, servir a su creador de acuerdo a los dones que él nos ha concedido. La fe, en este sentido, tiene un impacto directo para la motivación de la persona. Y una persona motivada va ser una persona innovadora y activa.
-¿En qué forma la Iglesia Menonita ha contribuido a acicatear, por ejemplo, a los indígenas del Chaco Central, a buscar y aceptar nuevas visiones de progreso?
-Ya en el año 1935, después de 5 años de presencia en el Paraguay, los menonitas comenzaron un trabajo misionero con los indígenas Enhlet, que vivían en la misma zona del Chaco Central. La idea fue predicarles la palabra de Dios. Pero ya desde el comienzo, esta evangelización se realizó mano a mano con un trabajo social, que incluía atención médica y ayuda agropecuaria. Con el correr de los años se reconoció que solamente en cooperación e interacción cultural con los pueblos indígenas se podría alcanzar a largo plazo una autogestión de las comunidades indígenas. Se fundó la “Asociación de Servicios de Cooperación Indígena Menonita” (ASCIM), la cual tiene como tareas principales acompañar el desarrollo agropecuario, fomentar la educación integral de los niños y jóvenes y mejorar la salud de las comunidades indígenas. Otra organización llamada “Luz a los Indígenas” se dedica en estabilizar las iglesias indígenas, que son fundamentales en este proceso, sobre todo en la transmisión de valores cristianos. Por medio de la predicación de la palabra de Dios se ha logrado la transformación integral de personas. Cooperación interétnica significa trabajar juntos respetando la cultura del otro. El éxito de este proyecto de cooperación para el futuro va a depender en gran parte de las relaciones entre indígenas y menonitas.
-Desde el punto de vista menonita, ¿por qué una persona es pobre?
-La pobreza es un fenómeno que Dios, el Creador, no tenía previsto. Es el resultado del hecho de que la humanidad se desvió del diseño divino. Si el hombre no vive en una relación personal con Dios, entonces se pone a sí mismo como medida de todas las cosas. Aquí son las raíces del individualismo o el egoísmo que busca solamente el provecho personal, por un lado, y de la falta de responsabilidad y de la iniciativa propia, por otro. Si estos vicios se implementan en la sociedad, surgen las estructuras injustas, la corrupción, el conformismo y la falta de solidaridad e iniciativa propia. Pero la raíz de todo es una falta de responsabilidad personal ante Dios y los valores bíblicos como amor, justicia, solidaridad, trabajo honesto y un estilo de vida sencillo.
-¿Cuál es el concepto de solidaridad de los menonitas hacia los sectores pobres de la sociedad envolvente?
-Como ya mencioné, el concepto de solidaridad de los menonitas proviene del gran mandamiento de Jesús, de amar a Dios en solidaridad con el prójimo. En la práctica, esto se manifiesta en diferentes maneras, por ejemplo en la solidaridad con los que sufren. Los menonitas, por ejemplo, ya han trabajado durante años en el área de la salud mental, con los leprosos (Hospital Menonita Km. 81) y con los niños de la calle (albergue). Pero solidaridad también tiene que ver con combatir las raíces de la miseria. En este sentido, existen proyectos de prevención y concientización, sobre todo en forma de escuelas cristianas, por ejemplo el Colegio politécnico Johannes Gutenberg, el Colegio Alberto Schweitzer y otros. La acción social que tiene que ver con las estructuras de una sociedad, se manifiesta en el acompañamiento constructivo y crítico de los que gobiernan el país, pero sin perder o vender la identidad propia como comunidad de fe.
-¿Qué está pasando en el Paraguay?; ¿por qué hay cada vez más pobreza?
-Según mi opinión, se trata de un problema muy complejo, que tiene que ver con muchos factores. Por ejemplo, ya desde la época colonial en nuestra sociedad se ha implementado una mentalidad que menosprecia el trabajo y busca la fortuna al estilo de lotería. Esta mentalidad se combina en muchos casos con un fatalismo, que afirma, por ejemplo que el que nació pobre quedará pobre. El resultado es un conformismo que se adapta a la miseria, no cuestiona a la corrupción y busca aprovecharse para el propio bien. Entonces, según mi criterio, la raíz del problema es una falta de valores bíblicos. Por eso la transformación de los valores de las personas y de la sociedad es urgente.
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