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“Hay que decir que los tres principales factores de costo del pasaje son: (a) el gasoil, en aproximadamente un 40%; (b) la mano de obra (hoy el chofer cobrador), a más de la mano de obra para el mantenimiento, en aproximadamente un 30%; y (c) la depreciación y compra de repuestos, como cubiertas y cámaras, que influye en un 30%”, dice el Ing. Ricardo Canese, quien cita al respecto el estudio hecho por técnicos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional (Fiuna).
Canese señala que el estudio de la Fiuna (de agosto de 2014), contratado por el Ministerio de Obras Públicas para hacer el conteo de pasajeros, coincide con su análisis en cuanto al nivel de incidencia de estos rubros en el costo del transporte. Aclara que estos componentes del servicio de ómnibus dependen de la cotización del dólar, “así como de nuevos productos industrializados más baratos, como vehículos y autopartes de la China”.
El profesional, miembro del Parlasur por el grupo político Frente Guasu, realizó los cálculos sobre el costo del transporte desde el golpe de Estado de 1989.
En ese sentido, efectuó un análisis de la variación de los costos durante un periodo de 26 años, incluyendo el gasoil, la mano de obra (chofer y empleados administrativos) y el costo del dólar. Su conclusión es que el pasaje hoy debe costar G. 1.800 (sin el subsidio) y no G. 2.400, como dice el Viceministerio de Transporte. Los pasajeros pagan G. 2.300 porque las empresas reciben un subsidio de G. 100.
Gasoil debe bajar
Canese aclara en el documento que entregó a nuestro diario que el gasoil que vende Petropar debe bajar aún más, pues el costo internacional del petróleo está en US$ 50 el barril. Desde enero la empresa estatal bajó un total de G. 600 por litro debido a la baja de la cotización del petróleo.
“El gasoil es lo que más creció, de 245 G./litro, en junio de 1989, a 5.090 G./litro (las empresas de transporte normalmente acceden a un gasoil ligeramente más barato, a precio de distribuidor). Además, considerando que para la cotización actual del petróleo, de 50 US$/barril y eliminando sobrecostos de inventario y aporte intergubernamental que no tienen por qué cargarse al consumidor final, el gasoil no debería costar más de 4.150 G./litro. Ello implica una variación, en tanto por uno, de (4.150 : 245 =) 16,939 veces, o bien un incremento de 1.593,9%”. Con esta fórmula Canese explica la variación porcentual que tuvo el gasoil en los 26 años que abarca su análisis.