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Agregó que a partir de ahora estará nuevamente al servicio de la evangelización. “Nos embarga una gran alegría al contemplar esta maravillosa obra y todo es gratuidad y obra de la Divina Providencia, sin merecerlo”, apuntó.
El religioso sostuvo que “para recibir hay que tener las manos vacías y así se empezó, pero con una convicción, y el Señor dio esta obra gracias a la generosidad de varias personas”.