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ESTADOS UNIDOS (Elvira Olmedo Zorrilla, enviada especial).-“Lamentablemente ya no voy a volver a vivir en el Paraguay”, nos dijo Esther Reyes, cuando nos dirigíamos rumbo a su casa en las afueras de Los Ángeles, California. Y agregó que cada vez que la añoranza le invade, se da una escapada para visitar su barrio Fernando de la Mora, donde vivió durante muchas décadas.
Casada con tres hijos viajó a los Estados Unidos en 1992 con sus hijos pequeños de 8, 10 y 12 años de edad, junto a su marido, de quien actualmente está divorciada y llevan una muy buena relación.
“Mis hijos ya están casados, tengo varios nietos. Son muy emprendedores, cada uno en su profesión”, informó Esther, quien nos invitó a conocer sus residencia, donde nos contó que guarda un rincón característico del Paraguay.
Al llegar, en un barrio cerrado muy exclusivo, de Harbor City California, nos invitó a pasar a la sala donde pudimos divisar dos banderas juntas en un lugar preferencial. Una era la bandera paraguaya y la otra de los Estados Unidos.
“Mis hijos y yo amamos el Paraguay. Pero desde que tuve la ciudadanía norteamericana hace casi dos décadas, ya soy considerada una extraña, una ilegal en mi país. Los paraguayos que vivimos en el exterior necesitamos la cédula consular. Solo hace voluntad política para eso. Además, cuando hay elecciones generales no hace falta que vengan observadores a gastar el dinero del pueblo en paseos. El voto puede ser electrónico, a través de los consulados”, resaltó.
En otra parte de la charla dijo que lamenta constatar cada año, cuando viene de visita al Paraguay que haya tanta inseguridad ciudadana, las calles sean tan angostas, que no haya viaductos para agilizar el tráfico en las principales calles donde hay embotellamiento vehicular.
Ña Esther que trabaja en el Puerto Internacional de Los Ángeles desde hace 19 años, en horario nocturno, está agradecida con la vida porque tiene a toda su familia y sus nietos viviendo cerca de ella.
Solidaria
Ella es muy reconocida por los paraguayos que llegan a Los Ángeles por su hospitalidad y su profunda sensibilidad social. Ayuda a todos los compatriotas de diversas maneras para instalarse, encontrar trabajo o le ofrece su casa para vivir, un tiempo.
“Conozco muchas historias felices y también muy tristes de compatriotas que llegaron a los Estados Unidos con el objetivo de salir adelante en la vida”, nos dijo mientras cebaba el tereré y tomaba un sorbo, para aplacar el sofocante calor veraniego californiano.
Añadió que su residencia constituye una pedacito de Paraguay, enclavado en la ciudad de Los Ángeles, California. No se priva de saborear una sopa paraguaya, el mbeju, el asado con abundante mandioca y organiza frecuentes reuniones con sus hijos y amigos compatriotas y de otros países, quienes la llaman “tía”.
Amor por internet
Dariela Almada (32) hace ocho años que vive en California. Está casado con Walberto Pérez, el hijo de Esther. Tienen una hija de nombre Zoe de dos años.
El matrimonio trabaja en una empresa propia que formaron denominada: Storework, (trabajo informático para tiendas). También confeccionan carteles y todo lo relacionado a servicios publicitarios. Llevan seis años de casados.
Daniela rememoró que ella trabajaba en el sistema informático denominado Sistema Sofía de la Dirección de Aduanas en el Paraguay. Se recibió en la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Católica de Asunción.
Ella y Walberto se conocieron vía internet, primero y luego se acentuaron las llamadas telefónicas. Durante un viaje hecha por ella a los Estados Unidos se conocieron personalmente con Walberto, con quien al cabo de un tiempo, el amor pudo más y viajó para casarse y vivir en los Estados Unidos.
Afirmó que le duele del Paraguay ver la triste situación que les toca vivir a miles de niños en la calle.
“Me lastima, me golpea profundamente, cada vez que recuerdo, porque soy madre”, dijo con lágrimas en los ojos durante la entrevista al recordar el paisaje cotidiano de los niños que son explotados diariamente, pidiendo limosna, bajo el sofocante sol de 40 grados.
Añadió que la educación es la clave para salir de la pobreza.
“El Gobierno debe brindar mayor salud, intensificar la capacitación y fomentar el fuente de empleo para los padres de los niños mendigos que son una realidad lacerante. La gente debe organizarse en centros comunitarios. Que las iglesias organicen con las empresas privadas programas de autogestión, llevados a cabo con mucha transparencia”, apuntó.
José Walberto Pérez (32), esposo de Daniela, manifestó que llegó hace 21 años a los Estados Unidos con sus padres.
“En la medida de mis posibilidades trato de fomentar la paraguayidad, con la colectividad de compatriotas como me enseñó mi madre”, apuntó y pudimos compartir y conocer su cordialidad. Sin interés alguno nos facilitó llegar hasta los entrevistados que viven en Los Ángeles.
Nos dijo que es madrugador y emprende muchas actividades y proyectos.
“Con honestidad, sacrificio y disciplina todo se puede lograr en la vida”, dijo y resaltó que le gusta el tereré y todas las comidas típicas paraguayas, porque se siente paraguayo, aunque viva en California desde hace 21 años.
Emprendedor
Walberto comentó que realizó varias gestiones con empresarios norteamericanos para brindarle ayuda a los paraguayos.
Intentó habilitar una fundación con fines altruistas, principalmente dirigidas a ayudar a los niños en situación de calle y a las personas de la tercera edad. Para ello, los empresarios y él viajaron hasta el Paraguay. Ni bien llegaron al país la policía intentó sobornar a los extranjeros por una infracción que no ocurrió. Además, fue difícil y burocrático abrir una cuenta en un banco de plaza.
Lamentó la informalidad y la deshonestidad con que están habituados la gente a desenvolverse. No obstante, no se rinde.
“En algún momento podría concretar alguna ayuda con legalidad y transparencia que llegue en las zonas vulnerables”, indicó.
El compatriota significó que es importante que el Gobierno otorgue la identificación consular, para los miles de compatriotas que viven y trabajan en varios países del mundo.
Qué ver
Los Ángeles es la ciudad más poblada del estado estadounidense de California, y la segunda de Estados Unidos tras Nueva York. Está ubicada en el sur de California. Algunas visitas imprescindibles a realizar para ver en Los Angeles en un día son:
Hollywood Boulevard ir al gran ícono del Paseo de la Fama, en cuya acera se puede ver las estrellas de los artistas. También se encuentra con el muy famoso Teatro Kodak desde donde se puede ver el famoso cartel de Hollywood.
Vistas panorámicas desde el Observatorio Griffith, un mirador desde donde se observan las mejores vistas panorámicas de la ciudad. El centro histórico de la ciudad, tiendas y mansiones de Beverly Hills
Y la playa de Santa Monica, con un parque de atracciones Pacific Park.