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Villalba comentó emocionado cómo fue el paso a paso desde que atravesó la Puerta de Santa Ana, llegó al Palacio Apostólico y sorpresivamente ingresó el Papa como 20 minutos antes del inicio del Ángelus. Él tuvo que mostrarle al Santo Padre cómo utilizar el iPad para inscribirse públicamente a la JMJ. Ricardo y una joven de otro país estuvieron durante la ceremonia detrás del Papa. Cuenta que una vez terminada la ceremonia, “le digo: Santo Padre, aquí le traigo un pequeño regalo”; y él agarra la bolsa y, como un nene, empieza a mirar, y me dice: ‘¿Qué es esto? ¿Qué es esto?’. Entonces le digo: ‘Esta es la chipa paraguaya que me dio una chica que está acá en Roma’, y él me dice: ‘¡Uhh, esta chipa es buena!’”.
Señaló, además, que pudo solicitarle su bendición. “Le dije: Santo Padre, quiero que sepa que nosotros rezamos por usted”, añadió. Recordó con mucha emoción que Francisco le puso las manos en la cabeza para bendecirlo, lo abrazó y envió saludos a Paraguay.