Paraguayo condecorado en España pasa mal momento

El emigrante paraguayo que había sido premiado en España con la Orden al Mérito Civil por salvar a un adulto mayor en el incendio de su domicilio implora que se permita a sus hijos viajar al país europeo para reencontrarse. Hoy vive de una pensión que apenas le alcanza. Está al cuidado de su esposa, lo cual se producirá solo por unos meses más.

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Se trata de Hugo Daniel López, a quien las secuelas que quedaron en su cuerpo como consecuencia de su exposición al fuego le recuerdan el infierno que vivió ese día, en Navidad, cuando rescató a Trifón, el anciano a quien cuidaba, en La Algaida, pedanía de Archena, en Murcia.

Lo citado le valió ser condecorado con la Orden del Mérito Civil por el Rey de España, Felipe VI. Tres meses después de aquello, López dice sentirse olvidado, según publica el portal digital www.laverdad.es.

El mismo Gobierno que le premió es el que ahora no concede a Hugo Daniel y a su esposa el visado de reagrupación familiar para que sus hijos viajen desde Paraguay a España. “Cambiaría mi medalla por ver a mis hijos y volver a ser una familia”, exclamó.

El conocido como “héroe de Archena” trata de reprimir las lágrimas, hasta que habla de sus hijos y se derrumba, escribe el citado rotativo: “Solo pienso en recuperarme y en ver a mis hijos”. Para Hugo Daniel, el mejor remedio para combatir el dolor de las terribles secuelas de las que todavía se recupera sería el cariño de sus hijos Rodrigo Daniel, de doce años; Estefanía, de once años; y Adamaris Esther, de seis. La pareja lleva ocho meses sin viajar a Paraguay, pero lo peor es que Hugo ni siquiera conoce en persona a su hija Adamaris.

“El premio más grande para mi marido no es una medalla, es poder besar y abrazar a su hijos”, refiere su mujer, Esther Ramírez. Explica que no cumplen los requisitos para el visado: “Al ser cinco miembros, nos exigen tener un piso (casa) de tres habitaciones y unos ingresos de 1.500 euros al mes”, detalla la mujer.

Aquellos dos requisitos son inviables para el matrimonio porque Hugo tiene por delante un año de sesiones de fisioterapia de tres horas diarias y su cónyuge tampoco puede trabajar porque solo se le concedió un permiso de residencia por circunstancias excepcionales, válido hasta julio de 2016.

Muy mal

El permiso de residencia de Esther no le permite trabajar en España y sin un empleo tampoco pueden alquilar el piso de tres habitaciones que exige el visado de reagrupación familiar. La pareja sobrevive con la prestación por baja que recibe Hugo, de 585 euros al mes. Sus ingresos solo les han permitido alquilar una vivienda humilde de dos habitaciones en Fuente Álamo. Al alquiler destinan 350 euros y el resto de la pensión les manda a sus vástagos.

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