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El Programa Nacional de Becas al Exterior Carlos Antonio López (Becal) ya tiene un grupo de egresados que retornó al país tras concluir sus estudios. Sin embargo, todavía no posee un registro pormenorizado de cada uno de ellos.
Esta falta de rigor podría generar una fuga de cerebros altamente capacitados y listos para ocupar puestos claves donde aplicar los conocimientos adquiridos.
Otros programas de becas ofrecidos en el país –en el caso de las embajadas– son muy rigurosos en el informe que debe presentar periódicamente el becario. Es decir, se sienten acompañados en cada etapa. Por ejemplo, el estudiante debe presentar de manera semestral, su porcentaje de asistencia, los puntajes acumulados en las evaluaciones, los trabajos de campo presentados, el plan de tesis, entre otros.
Un grupo de exbecarios que pertenece a la primera camada de beneficiarios de Becal (2015) ya retornó al país. Incluso ya conformaron una asociación.
“De Becal ni siquiera me llamaron. Fui hasta la oficina a informar de mi retorno al país y ni me dieron importancia. No hay acompañamiento y por eso muchos ya no pretenden retornar a Paraguay”, afirmó muy indignado un exbecario.
Becal financia cursos de doctorado, maestría y otros estudios a fin de que los beneficiados retornen y apliquen en el país los conocimientos adquiridos por un periodo mínimo de 5 años. En caso contrario, deberán devolver todo el dinero invertido en su educación.
En el 2015, las becas costaron US$ 73 millones, de los cuales el aporte del Estado fue de US$ 53 millones y US$ 20 millones provinieron del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Periodo de gracia”
Federico Mora, coordinador de Becal, dijo que los becarios gozan de un “periodo de gracia” para realizar prácticas en el país en el está estudiando por 6 meses en caso de maestrías, y de un año si es doctorado. Por tanto, afirma, el registro de retorno se realizará cuando esos plazos vayan venciendo. “Todavía no regresaron todos los becarios de la primera promoción”, aseguró.
laponte@abc.com.py