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“Por esta razón, nosotros, llevados a la Sede del beato Pedro, te enviamos esta carta a fin de presentarte los mejores augurios, recordar los principales momentos de tu sagrado servicio y señalar aquella caridad que compartimos contigo en el episcopado”, dice la misiva firmada por el Santo Padre y dirigido al arzobispo.
El Pontífice valora la labor de Cuquejo, porque en el desempeño del ministerio episcopal, según dice la carta, “te esforzaste por gobernar, enseñar y santificar a los fieles confiados a ti”.
Francisco califica también a Cuquejo como obispo de mucha piedad, prudente y profundo conocedor del cargo. Finalmente, le imparte su bendición y le encomienda en su oración.