Cargando...
A casi un año de la visita al país del papa Francisco, ABC Color recorrió la Nunciatura, donde el Pontífice se alojó los días 10, 11 y 12 de julio del año pasado.
En una parte del amplio edificio, encontramos un pasillo que lleva primeramente a un estar donde el Sucesor de Pedro conversaba con las personas que lo visitaban. Pasando esta dependencia, a la izquierda, se encuentra la oficina donde trabajaba hasta las 22:30. A la derecha, pasillo de por medio, se ingresa al dormitorio. Allí se despliega la cama, de plaza y media, adquirida de los alrededores del Mercado 4. Uno de sus pedidos era dejar de lado los lujos. El colchón y el edredón también fueron comprados de la zona. Al costado del dormitorio está el baño. Luego de rezar dormía cerca de la medianoche y a las 04:30 despertaba, oraba y mateaba.
En el pasillo, antes de llegar al lugar donde recibía a la gente, se ubicaban dos efectivos de la guardia suiza, que no permitían la entrada a nadie. Hacían turnos de seis horas estando o no el Pontífice. Frente a ellos, se ubicaban otros seis efectivos de Inteligencia, mientras que los otros sitios estaban a cargo de Gendarmería Vaticana. Afuera protegía la seguridad paraguaya.
Y no era para menos. Estaban custodiando a una de las personas más importantes del mundo, como lo es el Vicario de Cristo. Quizás para él fue un despliegue exagerado, pero los códigos de seguridad así lo exigen.
Los pocos momentos que estuvo de día en la Nunciatura, Francisco conversaba con la gente encargada del servicio. Cuando se enteró que venían de lejos, encomendó que dos de los pabellones sean destinados a ellos. Allí viven hoy tres familias. Al despedirse, Francisco agradeció por la atención que tuvo.
avelazquez@abc.com.py