Panel debate sobre el placer de hacer política

¿Es la política placentera para las mujeres? fue la propuesta en el panel debate “Política, poder y placer”, desarrollado en el marco del V Encuentro Feminista, con la presencia de parlamentarias de izquierda.

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¿Es la política placentera para las mujeres? Esta fue la pregunta disparadora del panel debate desarrollado en el marco del V Encuentro Feminista, con la participación de la diputada Karina Rodríguez, la senadora Esperanza Martínez y la politóloga y presidenta del Movimiento Kuña Pyrenda, Gabriela Schvartzman. El encuentro contó con la asistencia de un nutrido grupo de mujeres venidas de diferentes puntos del país, quienes también compartieron sus experiencias de satisfacciones y sinsabores del activismo en la política.

Esperanza Martínez, senadora del Frente Guasu, reconoció que hacer política para las mujeres “es una experiencia dura”, pero con momentos de placer ligados, sobre todo, al cumplimiento de los objetivos. “El placer viene de la satisfacción de demostrar que somos capaces, que podemos tomar las decisiones tan igual que los hombres, y a veces mucho mejor que ellos”.

Karina Rodríguez, diputada por Avanza País, coincidió con la senadora Martínez en el hecho de que ser mujer y estar vinculada a la política no es un desafío menor “por las características históricas, estructurales y sociales que nos toca vivir, donde el poder está ligado a prácticas autoritarias bajo un sistema patriarcal y donde la mujer pocas veces tiene oportunidad verdaderamente de participar”. Asimismo, reivindicó lo placentero de conquistar espacios como parte de un proyecto colectivo.

Por último, Gabriela Schvartzman planteó “¿qué hay en común entre la política, el poder y el placer desde las mujeres? Que son territorios prohibidos históricamente para las mujeres”. Explicó que las mujeres, en general, y las políticas, en particular, cargan con una cultura que promueve una “ética de la abnegación y de la culpa” que no contribuye a su realización personal ni política. “Por hacer política, estoy dejando a mis hijos y a mis hijas. Por hacer política, no estoy atendiendo mi familia. Por culpa de la militancia no puedo encontrar una pareja que me haga feliz. Ese tipo de culpas que también se instalan y hace correr a muchísimas mujeres de la lucha”, dijo.

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