Cargando...
A tallar por la gran cantidad de basura acumulada en todo el microcentro asunceno, pareciera que el servicio de recolección se realiza a paso de tortuga y que la vía pública casi no se barre habitualmente.
El olfato tropieza con malos olores y las miradas siempre terminan en los desechos acumulados en las veredas y calzadas.
Más aún tratándose de un día sábado, la prioridad debería ser dejar lo antes posible en condiciones las arterias para que los turistas y habitués de restaurantes y locales nocturnos puedan disfrutar de una velada, por lo menos, sin tropezar con latas, cartones, papeles, botellas y todo tipo de desperdicios que quedan esparcidos en todo el sector comercial.
Las veredas de Palma y Estrella, pasadas las 20:00 de anoche, seguían con bolsas llenas de basura que despedían malos olores y que aguardaban el paso de los camiones recolectores de la Municipalidad de Asunción.
En tanto, la situación era aprovechada por perros de la calle, que rompían las bolsas de plástico para hurgar en ellas y desparramaban todo el contenido. El viento también colaboraba en esparcir aún más los desechos que quedaron de la jornada sabatina.
Cada día, lectores llaman a nuestro diario para manifestar su queja contra la proliferación de basura que no es recolectada a tiempo y que produce vergüenza ajena cuando se trata de sacar a pasear a invitados o visitantes que vienen del exterior.
Otro problema acuciante del microcentro sigue siendo la falta de basureros o contenedores en algunos puntos específicos para acumular los desperdicios en forma sistemática y ordenada. A muchos ciudadanos prácticamente se les obliga a ser sucios por la falta de estos enseres.
Esta semana, la Dirección de Servicios Urbanos de la Comuna capitalina había anunciado que se iniciará un operativo de colocación de basureros en el microcentro y se pondrá en marcha una serie de trabajos de limpieza de los mismos en forma periódica, tarea que será realizada por un equipo de Aseo Urbano en horario nocturno.
Mientras se aguarda que la Comuna ponga en práctica esas nuevas medidas, la basura sigue “adornando” las calles y causando repugnancia.