Todas las administraciones municipales pasan y fijan su atención en Palma, por lo menos en las promesas electorales. La actual es una más que va terminando y sin los resultados esperados, por lo menos por gran parte de la sociedad.   

La calle Palma es una de las más tradicionales de la ciudad que tiene vida propia, pero nunca es aprovechada. Tiene estilo y tiene personalidad, pero los avatares del tiempo y del desorden siempre juegan una mala pasada.   

"Palma tiene mística, inspira todavía romanticismo y arte en nuestro derruido centro asunceno. Es parte de nuestro patrimonio histórico y merece una atención especial", dice el Arq. Eduardo Alfaro, nieto del ex intendente de los años 20, Eduardo Alfaro, al mostrar una colección de fotografías de la aristocrática arteria.   

En esta calle no solo transcurrieron actividades de esparcimiento y paseos, como las famosas "palmeadas", sino también ha sido sitio de manifestaciones políticas, celebraciones deportivas y muchas otras expresiones del asunceno y del paraguayo, dice Alfaro.   

Considera que los "arreglos-parches" que se le han dado la han ido degradando antes que devolverle su valor y hacer que se la recupere definitivamente. "Deberíamos hacerla de nuevo peatonal con adoquines, recuperar sus espacios libres, promocionar sus bares, confiterías y cafés. Dar mayor atractivo a las tiendas para que el asunceno quiera volver a palmear", expresa.   

Otro aspecto a recuperar en Palma, según el urbanista, es la limpieza de toda polución visual, el retiro del cablerío de telarañas, la pintura de las fachadas y la colocación de plantas nativas y tan propias de nuestro medio: naranjos, resedá, jazmines y azucenas, para que gane identidad paraguaya propia en vísperas del bicentenario de la independencia nacional.

Tres ejes de recuperación   

La idea de revitalizar Palma es común a muchos sectores de la sociedad y los más interesados son los directamente afectados. El problema tampoco es solo de aspecto físico, sino también obedece a cuestiones de fondo.   

Edward Grande, presidente de la Asocentro, asegura que para recuperar Palma se requiere trabajar sobre tres ejes: el problema de la cartelería, el factor impositivo para la recategorización del centro y la licencia comercial. Todos estos aspectos esenciales tropiezan con la burocracia de la institución comunal a la hora de intentar soluciones.   

"Nosotros venimos trabajando en pro de lo que es Palma en el conjunto del microcentro, es decir con Estrella y todas las calles transversales porque el hecho de estar categorizados como zona 1 para pagar los impuestos no se ajusta a la realidad. Además la licencia comercial, que es una exigencia nueva, hace que el 90% de los locales no la tengan", dice Grande.   
   
A su criterio esos ejes citados son fundamentales para hablar de revitalización y reactivación del microcentro. "Las simples acciones eventuales encaradas por la intendenta no van resolver la problemática", asegura.   

Los comerciantes y empresarios de Palma tienen varios proyectos que deben ser resueltos en la Junta Municipal, pero en estos momentos todo está en "stand by".   
   
"Hay muchas inequidades de las cuales es responsable la actual administración y ahora estamos esperando lo que vendrá. Estamos a la expectativa ante los nuevos postulantes al gobierno municipal", señala.    Pero la espera no se hace con los brazos cruzados. De momento, Asocentro viene realizando tareas de arborización con pindó y ahora se prepara para las fiestas patrias en que se buscará dar un colorido patriótico al centro. Solo falta un apoyo más decidido del municipio y esto incluye al intendente y los concejales.

Intentos de reordenamiento se truncan en la Junta

Los intentos de reordenamiento o reubicación de la calle Palma siempre tropiezan o se truncan en la Junta Municipal con la intervención de los concejales.

La mayoría de los ediles, antes que apoyar decididamente cualquier proyecto de revitalización que implique mudanza de vendedores, buscan congraciarse con los sectores informales y así evitan el despeje de veredas y calzadas.   

De este modo, la venta de mercaderías falsificadas o de contrabando ofrecidas en las veredas de los comercios legalmente constituidos, en una abierta "competencia desleal", sigue impune.   

La actual administración comunal intentó en agosto del año pasado una reubicación de 40 vendedores de Palma y Estrella sobre Alberdi, entre Presidente Franco y Estrella, proyecto que no concluyó cuando los afectados llegaron hasta la corporación legislativa.   

El plan se truncó con la intervención de la Junta Municipal cuando concejales del P-MAS, País Solidario y de Patria Querida plantearon una "audiencia pública" en la que los vendedores pidieron una prórroga de 120 días (cuatro meses) para la reubicación.

Ya han pasado casi siete meses y ningún concejal que apoyó el aplazamiento del proyecto volvió a recordar. Quedó en el folclórico "oparei".