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Los pacientes fueron admitidos en Planta Baja pero, al subir al sexto nivel, se encontraron con que la puerta de la secretaría general de cirugías estaba cerrada con llave.
La espera, que en algunos de los casos se extendió desde las 6:00, culminó cuando pasadas las 7:15 una enfermera les comunicó a los pacientes que debían dirigirse fuera del pabellón porque recién a las 10:00 iba a llegar la secretaria que los derivaría a sus respectivas salas de internación.
La enfermera, quien no se identificó, fue abordada por los pacientes, quienes consultaron si la espera se debía al paro de anestesistas, lo cual fue confirmado por la profesional.
Uno de los familiares explicó que su madre tenía una cirugía agendada para ese día (ayer), desde hace un año y que, de no ser intervenida, debía esperar otros 365 días.
Dramas como estos sufren los asegurados del IPS que deben golpear varias ventanillas y aguardar por horas, para finalmente no ser atendidos.