Durante la Guerra del Chaco fue utilizada como Hospital de Sangre por su ubicación estratégica en la costa del río.

“Tenemos entendido que alguna vez la familia Martínez tenía acciones en el Astillero San Isidro, fundado en 1885, siendo uno de los primeros del país. El Sr. Martínez volvió a su país, España, antes de vivir en la casa. Mucha gente cree haber visto fantasmas aquí, pero nosotros nunca nada”, dice Vicente Mayor Scavone, hijo del propietario actual de la Náutica San Isidro.

Sucesivamente el patio fue ocupado por trabajadores de los astilleros hasta que la familia Mayor la destinó a fundición de hierro desde los años ‘60.

Hacia 1994, tras una separación familiar, el Astillero quedó funcionando como tal y la parte de la Náutica quedó a Vicente Mayor.

La casa está declarada patrimonio cultural y los dueños quieren recuperarla con la Senatur o el Ministerio de Obras Públicas para convertir el lugar en un centro para el turismo fluvial a través de la Bahía de Asunción y el río Paraguay.