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Ioann tiene su sede en Buenos Aires. Sobre el motivo de la visita del patriarca Kiril, dijo: “Sinceramente no sé por qué eligió visitar el Paraguay”. Apuntó que el religioso siempre pensó en el continente en general, pero reiteró que le sorprendió cuando se enteró de que visitaría Paraguay.
En otro momento se refirió a la situación actual de la Iglesia Ortodoxa en el continente y al respecto sostuvo que Sudamérica la cantidad de creyentes ortodoxos está disminuyendo, pero en la Europa Oriental, así como en Rumania, Bulgaria, Serbia, Montenegro y Macedonia está creciendo.
Preguntado cuál es la postura de los ortodoxos con respecto al celibato, apuntó que en la época de los apóstoles, Pablo decía que el sacerdote debe ser casado y en la Iglesia Ortodoxa, antes de ser ordenado, el sacerdote ya debe estar casado. Si se ordena soltero, debe seguir soltero. “Los monjes, en cambio, deben ser célibes y de entre ellos son seleccionados los obispos. El sacerdote común no puede llegar a ser obispo; sí los monjes célibes”, remarcó.
Consultada su opinión acerca de las corrientes que promueven la unión de personas del mismo sexo, resaltó que la Iglesia tampoco acepta ese tipo de unión porque va contra los más elementales conceptos de familia. Dios al crear al hombre, hizo varón y mujer. “No se persigue la unión de personas del mismo sexo, porque no nos metemos en la vida privada”, apuntó.
La Iglesia Ortodoxa y la Católica Romana se separaron hace 1000 años. Sin embargo, sus principales Papas se reunieron ayer en Cuba. Preguntado si esa reunión podría allanar el camino a la unidad, Ioann indicó que hay ciertos puntos dogmáticos diferentes y mientras no se resuelvan ve muy difícil la unión en una sola Iglesia, pero lo más importante es que haya entendimiento sobre el aborto, la unión de personas del mismo sexo, sobre la persecución de los cristianos en el mundo o en la ayuda a los pobres.
Actualmente no hay intercomunión entre ortodoxos y católicos, es decir que los católicos no pueden comulgar en la misa ortodoxa y viceversa. Al respecto Ioan apuntó que es imposible que se llegue a la intercomunión porque faltaría la unión.
Ioann relató que la Iglesia Ortodoxa Rusa tiene una larga historia. Después de la revolución comunista muchos migraron de Rusia y creyeron importante tener una relación con la Iglesia de Moscú. Entonces se formó la Iglesia en el exterior con una jerarquía independiente. Después de la caída del comunismo, se logró la unión. Agregó que aquella división era por factores externos y no doctrinales y en el 2007 se logró la comunión completa.
La Iglesia Ortodoxa Rusa en el exterior es autónoma, pero está integrada a la Iglesia total. En el continente hay una diócesis que depende del metropolita de Nueva York cuyo jefe es Ioann y otra está en Buenos Aires que responde al patriarcado de Moscú y su obispo es Leonid.
A la pregunta de cómo ve al Paraguay, sostuvo que hay mucha amabilidad de la gente, pero al mismo tiempo hay mucha pobreza y necesidades.