PARAGUARÍ (Emilce Ramírez, de nuestra redacción regional). La ceremonia de imposición de manos, rito por el cual se transmite el orden sagrado, estuvo a cargo de Mons. Medina, quien fue acompañado por sacerdotes jesuitas y de parroquias de la diócesis de Carapeguá.
Centenares de fieles también participaron de la misa, especialmente de la compañía Chircal de Escobar, de donde es oriundo el consagrado.
El nuevo sacerdote se comprometió a trabajar con los más necesitados y pidió a los fieles oración para que pueda llevar adelante la misión de difundir el evangelio y la fe cristina bajo el lema “Ser más para servir mejor”.
Durante su homilía, Mons. Medina manifestó que la ordenación sacerdotal para el departamento y la familia cristiana es “un pararrayo de gracia, de alegría, bendición y de misericordia que Dios entrega hoy a su Iglesia”.
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Instó al sacerdote a trabajar confiado en Dios, que siempre acompaña a través del Espíritu Santo, que al mismo tiempo es la mejor arma que tiene todo cristiano. Sugirió igualmente al consagrado saber escuchar lo que cada día el Señor pide, mediante la oración.
El obispo dijo que Dios está en los más desprotegidos, en la miseria, en los desamparados a quienes se les debe alentar a tener fe y esperanza, y que durante su evangelización, “también ayudado por la comunidad, permanentemente hay que hacer recordar a las autoridades que hagan bien las cosas y que atiendan las necesidades de su pueblo, aunque no les guste, porque solo esperan ser alabados”.
Mons. Medina recalcó que hay mucho por hacer por la feligresía, que debe ser liberada del pecado porque Dios nos creó para la felicidad y no para sufrir permanente desplazamiento y migración de los hermanos, la miseria, la desigualdad. “Se debe trabajar para poner fin a la decadencia moral, a la ética y lograr la conversión de los cristianos”, concluyó.
Una vez terminada la homilía se procedió al rito de la consagración. Primeramente, el sacerdote se postró en el suelo, y se imploró para él la gracia a través de la Letanía de los Santos. Inmediatamente después se arrodilló frente al obispo, quien le impuso las manos consagrándolo sacerdote. Un rito similar cumplieron igualmente los demás sacerdotes que concelebraron la misa.
Milciades nació el 21 de setiembre de 1978. Es oriundo de la compañía Chircal del distrito de Escobar. Sus padres son Desiderio González (+) y Margarita Espínola. Se ordenó diácono el 31 de julio del 2015 en San Ignacio, Misiones, y se consagró sacerdote después de 13 años de formación académica y espiritual.
Estuvo, igualmente, en Irlanda, donde estudio inglés y ahora irá al Brasil para un masterado.
