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Wilfrido Báez Rojas es Lic. en Ciencias Contables por la Universidad Católica de Asunción, Promoción 1999. Su carrera sacerdotal comenzó hace 12 años con una experiencia en Don Bosco Róga que le sirvió de postulantado y luego pasó al prenoviciado en Lambaré y a Domingo Savio para el noviciado con cinco otros novicios durante un año. El grupo inicial fue de 17 de los cuales cinco llegaron al noviciado.
Finalmente, son dos los que realizaron los votos perpetuos y fueron al Teologado en Montevideo, Uruguay: Aparte de Báez completó el proceso de 12 años Arnaldo Benítez, quien el próximo 25 se ordena en la parroquia Domingo Savio.
Son los dos primeros de la Congregación Salesiana que este año serán ordenados y se suman a otros tres del año pasado, que también estuvieron en Montevideo.
Báez prestará servicios en la parroquia María Auxiliadora de Concepción. “Quiero pedir a Dios el don de la humildad y la cercanía con la gente. Esa es la mayor necesidad de la población y nosotros somos fruto de la cercanía con los sacerdotes que nos han conquistado para Cristo. De nada sirve hacer muchas cosas si no se ganan almas para Cristo. Acompañar a jóvenes, niños y adultos será mi prioridad”, afirmó.
El diácono invitó a los jóvenes “a dejar un espacio en sus vidas para Dios, hacerse de tiempo para Él y dejarse moldear por Dios. Es la forma de empezar a forjar la vocación”.
Invitación para otros
El padre Víctor Cabañas destacó que este proceso de formación para recibir el Orden Sagrado es una invitación para otros jóvenes. “Este año 2014 tenemos un proyecto de comenzar a hacer el acompañamiento al discernimiento vocacional para jóvenes de 18, incluso 17 años en adelante. No digo ya ser seminaristas, sino acompañarles para que puedan saber qué quieren hacer de sus vidas, que puedan saber bien el camino a seguir y que si ingresan sea para poder cumplir bien su misión”, afirmó.
Agregó que ese discernimiento en el lado humano, cristiano y espiritual, carismático, y especialmente para los Salesianos de Don Bosco, se da para trabajar con jóvenes pobres, abandonados, de colegios.
“No podemos dejarlos fuera porque sean ricos o pobres, sobre todo en nuestro país donde hay muchas necesidades”, añadió.