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La ola de calor en el invierno último fue totalmente atípica. La primavera comenzó también con una temperatura altísima, de más de 40 grados centígrados. Salimos de una crecida y se avecina otra, según los pronósticos, debido a las intensas lluvias. Las tormentas eléctricas se presentan más intensas y peligrosas.
Todos esos fenómenos se deben a un comportamiento anormal del clima terrestre, del calentamiento de las aguas marinas, de la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que cubre la tierra.
El quinto reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) sostiene que la influencia humana en el sistema climático es clara y se ha detectado en el calentamiento de la atmósfera y el océano, en los cambios en el ciclo global del agua, en las reducciones de la nieve y el hielo, en medio de aumento global del nivel del mar.
Desde la década de 1950, muchos de los cambios observados son sin precedentes, comparados a lo largo de la historia de la tierra. Limitar el calentamiento requerirá reducciones sostenidas y sustanciales en las emisiones de GEI.
El pronóstico no es nada alentador: es muy probable que la duración y la frecuencia e intensidad de eventos naturales, como el caso nuestro de la ola de calor, aumentará, según el IPCC. También es probable que la frecuencia de fuertes precipitaciones aumente cada vez más.
Desafíos locales
El tema del cambio climático no debe mirarse como una cuestión fuera de nuestro país; involucra a todos. Y esto es un desafío para que a nivel local se instale, aunque sea en forma transversal, el tema cambio climático en la política nacional, en la agenda parlamentaria.
El cambio climático está muy vinculado a la pobreza. Una buena estrategia de adaptación y mitigación puede evitar evacuados y en contrapartida mejorar las condiciones económicas de las personas.
La inserción de nuestro país en el mundo puede ser vital de la mano del cambio climático, aprovechando oportunidades de negociaciones en el mercado de carbono, en las energías renovables, en los servicios de los recursos naturales.
El rol de las Naciones Unidas en nuestro país puede ser más activo, en el campo del cambio climático.
Todos estos temas deben ponerse en la mesa durante el encuentro que organiza la Secretaría del Ambiente (Seam), el 20 de este mes, en lo que se denomina la “Pre-COP 20”, previa a la Cumbre de las Partes (COP 20), de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, siglas en inglés), que se hará del 1 al 12 de diciembre próximos, en Lima, Perú.
Pedido por Taiwán
La ministra del Ambiente, María Cristina Morales, dijo ayer que está solicitando a la secretaria ejecutiva de la UNFCCC, Karen Christiana Figueres Olsen, que el Gobierno de Taiwán participe como observador de la cumbre mundial de Lima.
Además de la ministra de la Seam, también la Cancillería Nacional hizo la misma solicitud a la máxima autoridad de la UNFCCC, considerando el esfuerzo de Taiwán en la reducción de sus emisiones de GEI.
“Realizamos dicho pedido porque Taiwán aún no es país miembro de la ONU y es un país hermano nuestro, que nos ayuda a salir de la pobreza, a introducir tecnología e innovación”, dijo la ministra.
walberto@abc.com.py