Obras jesuíticas de la época inicial de San Joaquín

Un lote de santos tallados en madera por los pobladores primitivos y mobiliario de uso religioso, así como dibujos, pinturas y fotografías conforman el acervo del Museo de Arte Jesuítico de San Joaquín. La comunidad. ubicada en el departamento de Caaguazú, fue fundada por los sacerdotes de la Compañía de Jesús, en el año 1747.

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El 17 de agosto de 2012 se inauguró el Museo de Arte Jesuítico de San Joaquín. El edificio, de líneas modernas, con cemento y vidrio, se destaca en el perfil urbano del antiguo pueblo del departamento de Caaguazú, donde la construcción más importante sigue siendo la iglesia, la única del periodo jesuítico que queda en pie en el Paraguay. El templo, en medio de una plaza de cuatro hectáreas, conserva un altar y varias obras de arte sacro de la época fundacional en el año 1747. Algunas de las imágenes de santos talladas en madera y parte del mobiliario de uso religioso conforman el acervo del museo que también exhibe dibujos, pinturas, fotografías y esculturas en hierro.

En uno de los amplios salones están colocados tres santos de gran tamaño: Jesús acusado por Pilato, Jesús sentenciado a muerte, Jesús con la túnica enseñando la bienaventuranza. También hay dos tallas un poco más pequeñas del Señor de la Columna y San Ignacio de Loyola. Dos nichos policromados, el púlpito original desmontado, la pila de agua bendita, algunos candelabros de madera, una silla, puertas y otras piezas que componían la ornamentación y equipamiento de la iglesia levantada en la primera mitad del siglo XVIII completan el montaje. Son obras talladas por los habitantes primitivos (indígenas) con acompañamiento de los religiosos de la Compañía de Jesús, en la época fundacional del pueblo. En su mayoría, los objetos expuestos han perdido la capa pictórica, pero su valor radica en la antigüedad y factura que permiten una lectura visual de la interpretación y habilidad manual de los artesanos del Paraguay colonial. El conjunto, con signos de deterioro, requiere de trabajos de limpieza y restauración para garantizar una adecuada conservación.

En las paredes del salón circular de acceso, donde hay goteras muy evidentes con cada lluvia, está colocada una serie de dibujos titulada Recuerdos del Chaco, en la que el dibujante Herib Godoy recrea escenas y personajes de la guerra que enfrentó a paraguayos y bolivianos, entre 1932 y 1935. También se puede ver una colección de fotografías tomadas por el profesor Juan Carlos Ortega, con el rótulo de Postales departamentales del Caaguazú, así como un lote de pinturas al óleo, donadas por Madelina de Ortega y esculturas en metal.

yubi@abc.com.py

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