Obra de Don Luis Guanella, refugio de los abandonados

Un día fueron fuertes, gozaban de la juventud y tenían familias, pero nunca imaginaron que algún día serían abandonados. Son los abuelitos del asilo Obra de Don Luis Guanella. Allí, al cuidado de sacerdotes, religiosas y voluntarios, pasan sus últimos días. Hoy están de fiesta y rezarán a su amparo: La Madre de la Divina Providencia.

Son 60 abuelitos y abuelitas los huéspedes privilegiados del asilo de la Obra Don Guanella. En los corredores de este albergue y en sus piezas se los ve en sillas de ruedas, otros en cambio pasan sus horas acostados porque sus fuerzas, aquellas que las mantenían en pie como el roble, se agotan poco a poco.

En los rostros de los abuelitos se dibuja la tristeza aunque traten de esconderla, porque un día aparecieron en la calle, abandonados por sus familiares.
Sus mentes ya no les ayudan a reconocer aquel hogar que formaron y no tuvieron otra alternativa que aceptar la triste realidad de deambular por la ciudad.
Pero como la generosidad es grande, por inspiración en el carisma de Don Guanella fueron recogidos y hoy reciben todo el trato humano de religiosas y voluntarios, que de alguna forma tratan de suplir el negado afecto familiar.

“Todos los internos de la casa son abuelitos abandonados. Algunos fueron retirados de la calle; otros fueron traídos a propósito y tirados cerca de la casa. Y se les recogieron y aquí pasan sus últimos días”, afirmó la hermana Eugenia Donoso, una de las religiosas que ofrecen a Dios su tiempo por amor a los ancianitos.


LA HABITAN 60 ABUELITOS

La casa –según nos explicó– cuenta con dos pabellones. En uno están 35 abuelitos y en el otro, 25 abuelitas. “Son divinos”, indicó, al resaltar la cultura de la vida, en un momento de la historia, en el que aparecen corrientes que quieren implantar la eutanasia, “porque ya no son útiles para la sociedad”.

La religiosa explicó que el trabajo que realizan ofrecen a Dios porque es el autor de la vida. El hogar se solventa actualmente con fondos provenientes del Ministerio de Hacienda, de la congregación guaneliana y de los aportes voluntarios de personas sensibles siempre bendecidas por Dios, por su generosidad.

Las necesidades, en cambio, siempre están al día, porque mantenerlos limpios y sanos demandan mucha plata, pero como la Divina Providencia es generosa, casi nunca ha faltado el pan, ni mucho menos la buena voluntad para dibujar la sonrisa en sus rostros.


MISA DE HONOR

El hogar hoy está de fiesta y todo el afecto y la solidaridad que reciben de los benefactores serán puestos en las intenciones de la misa que se oficiará a las 19:00, en la parroquia de La Piedad, ubicada en Km. 9 Vía Férrea.
Los interesados en colaborar con esta obra pueden enviar sus donaciones al asilo situado sobre las calles Primer Presidente y Julio Correa; o bien llamar al teléfono 293-323 para más informes.

Aníbal Velázquez
avelazquez@abc.com.py
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