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Monseñor Valenzuela invitó ayer los fieles a orar para que haya más vocaciones sacerdotales y recordó a los obispos en su día. Mencionó a cada uno por su nombre y también invitó a rezar por los eméritos, algunos “enfermitos”.
La Iglesia también rezó por el éxito de las elecciones generales. Al respecto, destacó que Cristo Jesús “nos exige tener un nación unida, donde vivamos abrazados, donde nos respetemos en la diversidad”. Invitó a todos los paraguayos, luego de los comicios, a pensar en un gran país, a levantarlo y construirlo cada vez más.
En otro momento, el arzobispo se refirió la labor del pastor. Recordó que el buen pastor es aquel que da la vida por sus ovejas, agregó que así deben ser los pastores católicos: preocuparse por los que no vienen al templo, ser una Iglesia en salida como quiere el papa Francisco. Recordó que celebró una misa en la cárcel de Tacumbú, y uno de los internos se confesó a voces, y todos escucharon, pero al final no pudo hacer la señal de la cruz y él le enseñó. A su criterio, esa realidad demuestra que muchos no conocen a Cristo, y hay que ir hacia ellos.
Valenzuela apuntó que los mercenarios solo explotan al prójimo y no cuidan de su gente, de su responsabilidad; al contrario, se aprovechan de todos, se escapan y las ovejas mueren.
“Estos ejemplos pueden aplicarse cada uno y a las personas, que en lugar de hacer de su vida un servicio, tanto dentro de la Iglesia o dentro de la sociedad, se aprovechan de los demás”, apuntó. Ante esta realidad, invitó a preguntarse qué hacemos por los demás. En la familia, qué hacemos los padres con los hijos, o los hijos, qué hacemos por los padres, y a autoridades, qué hacemos por mejorar la nación.