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SAN LORENZO (Antonia Delvalle Castillo, corresponsal). “La paciente Jenny León se encuentra estable, el corazón trasplantado está latiendo con fuerza”, informó anoche el doctor Marcos Melgarejo, jefe de Cirugía Cardíaca del Hospital de Niños “Acosta Ñu”.
“La cirugía fue bastante compleja, debido a que es una reintervención, atendiendo a que la niña estaba conectada al corazón artificial. Esto hace que todo sea más riesgoso”, afirmó el médico.
El doctor Melgarejo comentó que antes de la intervención la salud de la paciente estaba muy delicada, con varios episodios de muerte súbita resucitada, así como también padecía de embolia en las piernas.
La delicada operación se inició alrededor de las 17:45 y concluyó a las 22:16. A partir de ahora se aguardan las horas críticas para la evolución de la niña con el nuevo corazón.
La paciente pasó a la unidad de terapia intensiva y allí permanecerá las próximas 48 horas, que serán cruciales para que el cuerpo de la niña se adapte a la presencia de un nuevo órgano.
Jennifer León está internada desde noviembre del año pasado en el citado nosocomio, a causa de una cardiopatía dilatada que le producía arritmias cardíacas que ponían en riesgo su vida y su capacidad coronaria se fue deteriorando.
Requería de un corazón compatible para seguir viviendo y, hasta ayer, se mantenía con un corazón artificial que le implantaron a principios del presente mes.
En una carta que escribió a Papá Noel en vísperas de la Navidad, la pequeña de ocho años solo rogó una cosa: un corazón que lata hasta el día en que se convierta en doctora y pueda salvar vidas.
La donante
Fuentes médicas informaron que el corazón recién implantado en el cuerpo de Jennifer León correspondía a una paciente de 46 años que se encontraba con muerte cerebral en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS) después de sufrir un cuadro de aneurisma.
Los galenos añadieron que fueron los propios familiares de la fallecida quienes decidieron donar su corazón, además de otros órganos.