No todo lo que brilla es ovni

Millones de personas dicen haber visto platillos voladores y otros miles relatan haber contactado con extraterrestres. Aunque las historias de ovnis son siempre buenas, no son perfectas. Centenas de especialistas en diferentes campos han estudiado estos fenómenos en distintos países, en las últimas seis décadas, y han concluido que un 95% no es aquello que los testigos consideran haber visto.

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Todo comenzó el 24 de junio de 1947 cuando el piloto estadounidense Kenneth Arnold relató a la prensa que, mientras buscaba una aeronave desaparecida en las montañas cerca de Seattle, vio nueve extraños objetos que se desplazaban a velocidad mucho mayor que cualquier avión de la época. "Hacían raros movimientos, ondulantes, como platillos voladores rebotando en el agua", dice. Inmediatamente comienza una histeria en los medios sobre la probabilidad de una invasión a los Estados Unidos por una civilización avanzada, que no serían los soviéticos, sino de otro planeta.

Semanas después de aquel incidente, un vocero de la base aérea de elite de Roswell, en el desierto de Nuevo México, anuncia que han capturado uno de los platillos voladores que estaban aterrorizando al público. La zona es acordonada, pero inexplicablemente se desmiente la noticia al día siguiente, por orden superior, alegando que lo encontrado fue un globo meteorológico.

Con el paso de los años, comienzan a surgir extrañas historias en relación a lo que se encontró, incluyendo un relato de una enfermera del hospital de la base de haber visto a los asustadores cuerpos de los tripulantes, y hasta un pedazo del filme de la autopsia, registrada por un camarógrafo militar.


OTROS CASOS FAMOSOS

Desde entonces, este tipo de historias se hizo muy común. En 1961 Betty y Barney Hill, viajando de noche por un camino solitario, vieron una luz misteriosa, pero más tarde no recordaban lo que pasó en las dos horas siguientes. Bajo hipnosis consiguieron relatar que fueron secuestrados por alienígenas de corta estatura y cabeza y ojos enormes, que los sometieron a perturbadores experimentos médicos.
En 1975 un espectacular caso sacudió al oeste de los EUA cuando un leñador, que volvía del trabajo, desapareció luego de ser derribado por una luz "proveniente de un platillo volador", en cuanto que sus seis compañeros huían despavoridos. Los otros hombres dieron aviso a la policía y fueron sometidos al detector de mentiras. A pesar de las intensas búsquedas, el abducido, Travis Walton, solo apareció 5 días después. Con la ayuda de la hipnosis, recordó haber estado dentro de la nave donde vio a los extraterrestres.
Una noche de 1980, Betty Cash, Vickie Landrum y el niño Colby Landrum fueron interceptados cuando volvían a casa, en Texas, por una nave en forma de diamante, con una columna de fuego en la parte inferior. Salieron del auto para ver mejor, pero sufrieron quemaduras y posteriormente vómitos y caída de cabello. Acabaron todos en el hospital.

También astronautas, como Gordon Cooper, James McDivitt y Ed Mitchell
declararon haber visto cosas extrañas, inclusive en el espacio y cerca de la Luna. Una foto enviada por la sonda Viking desde Marte en 1976 muestra una gigantesca escultura con forma de rostro, similar a una esfinge egipcia. También hay otras estructuras vecinas que se parecen a pirámides.
En 1987 Bob Lazar, afirmó ser un ingeniero especialista en sistemas avanzados de propulsión que estaba siendo amenazado por agentes porque había trabajado en un proyecto secreto, en un lugar del desierto de Nevada conocido como Area 51. Ahí estarían guardados diversos platillos voladores capturados por el gobierno de EUA en las últimas décadas. Se especula que las últimas armas como el bombardero invisible al radar B-2, están basadas en esta tecnología alienígena. Los militares negaron todo.
Hay quienes dicen tener contactos, normalmente telepáticos, con estos seres, que estarían aquí para advertirnos de los peligros de las tecnologías avanzadas y así salvarnos de nuestra autodestrucción. Muchos opinan que ellos son los ángeles bíblicos.


PLATILLOS VOLADORES POR TODAS PARTES

Existen millones de personas en todas partes del mundo, inclusive en
Paraguay, que dicen haber visto platillos voladores, o silenciosos triángulos voladores con luces verdes, o marcas extrañas en el terreno, especialmente en campos cultivados, o bolas de fuego y globos luminosos flotando en el aire, o "cigarros" luminosos que se desplazan lentamente, o luces extrañas que aparecen y desaparecen, a veces volando en formación, u otras que sueltan luces menores, etc.

Inclusive se han detectado en radares y se han enviado aviones de caza a interceptarlos e intentar derribarlos.


INVESTIGACION CIENTIFICA

A todas estas apariciones se les llama ovni, aunque el término se suele usar de manera errónea. Ovni no es sinónimo de platillo volador de origen extraterrestre, ni siquiera cualquier objeto volador no identificado por el observador.

Se reserva la definición de O.V.N.I. a un objeto volador, relatado a los órganos competentes, que continúa no identificado después de un examen minucioso y riguroso de toda la evidencia disponible por personas que son técnicamente capaces de hacer una identificación de sentido común, si una es posible.
Pues bien, siguiendo esta línea de razonamiento, centenas de especialistas en diferentes campos han estudiado estos relatos en distintos países, en las últimas seis décadas, y han concluido que efectivamente el cielo está lleno de visiones bizarras, pero la gran mayoría son objetos comunes vistos bajo circunstancias o condiciones poco comunes.


FALTA DE PRUEBAS

Las historias de ovnis son siempre buenas historias, pero no son perfectas.
En el caso Kenneth Arnold se han identificado errores en el cálculo de la velocidad y en la expresión "platillos voladores": Su declaración fue que los objetos parecían pájaros.
En el caso Roswell los datos son confusos pues fueron compilados recién 30 años después. Los militares utilizaron la expresión platillo volador porque la definición correcta, O.V.N.I., solo sería inventada dos años después. Además, estaban presionados para derribar alguno de los objetos vistos por Arnold. La supuesta enfermera nunca apareció y la película de la autopsia sería fraudulenta. Finalmente, el gobierno admitió haber difundido informaciones falsas para esconder un proyecto de globos espías.
En el caso Betty y Barney Hill, se cuestiona la validez de la hipnosis, en cuanto que diferentes disturbios del sueño, como el sonambulismo, el soñar despierto, la parálisis del sueño, el comportamiento automático, las alucinaciones hipnagógicas e hipnopómpicas (o síndrome de Old Hag) pueden explicar la experiencia.
En el caso Travis Walton, nadie realmente vio a Walton entrando al O.V.N.I., en cuanto que la luz o rayo también puede ser descrito como una descarga eléctrica. Walton y su familia eran aficionados a las historias de platillos voladores desde mucho antes, y habría ventajas económicas obtenidas con el caso.
En el caso Cash-Landrum, las víctimas nunca hablaron de ETs. Demandaron (sin éxito) al gobierno de EUA, alegando haber sido víctimas de una aeronave experimental. De hecho, las lesiones corresponden a una intoxicación por algún producto químico.
La acusación de conspiración gubernamental en el caso Area 51 se desmorona desde el momento en que Bob Lazar en realidad no es ingeniero de nada, sino que un conocido estafador (de hecho ya estuvo preso). La base era de la CIA y guardaba aviones secretos para misiones controvertidas. Y nos guste o no, el secreto forma parte de las actividades militares en cualquier país del mundo. La supuesta tecnología alienígena en realidad es fruto de décadas de esfuerzo de los ingenieros aeronáuticos: el primer avión en eludir al radar fue construido en madera en la Segunda Guerra Mundial.
Lo que todos estos casos tienen en común es que no hay testigos
independientes (suelen ser grupos de amigos o de familiares) y lo más
importante de todo, nunca nadie bajó de una supuesta nave extraterrestre trayendo un único tornillo de evidencia física. Ni usted ni yo podemos estar seguros de qué vieron en realidad estos testigos, admitámoslo.


LA REALIDAD ESTADISTICA

De hecho, la mayor investigación sobre O.V.N.I.s de la historia, el Proyecto Libro Azul de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, editado por la Universidad de Colorado en 1968, estudió 12.618 casos en 21 años, consiguió explicar 11.917 casos (94, 44%), no consiguió identificar 701 (5,56%) y descubrió exactamente 0 visitante del espacio sideral.
En conclusión, si viajando alguna noche por un camino solitario llegamos a ver una luz misteriosa en el cielo, tenemos 95% de probabilidades de que no sea aquello que estamos pensando que es. ¿Y el 5% restante? Bueno, en relación a estos, la verdad está allá afuera.

aldoloup@hotmail.com
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