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Como en las biografías de las genialidades, Giuliano tenía 4 años cuando descubrió su vocación. Comenzó jugando con la computadora de la escuela mientras esperaba a su padre minutos después del toque de timbre de salida.
"Ese era mi interés. Cuando cumplí 10 años, sabía que podía ingresar a la facultad. Además ya realicé una pasantía en la Universidad Católica durante 2 años", indicó.
Estimulado y emocionado a la vez, Giuliano sabe que le aguardan meses de mucho estudio y es justamente eso lo que le ayuda a continuar en las aulas de la secundaria. "Ya no me resulta interesante el colegio. Me cuesta relacionarme con mis compañeros porque mis intereses son diferentes", expresó.
Ahora, este talento se asignó la tarea de crear su propio sistema operativo. A los 18 años recibirá el título universitario de Ingeniero y a los 22 el doctorado. Sus estudios serán completamente solventados por la UCSA. Según el estudiante, esta universidad fue una de las pocas interesadas en su caso. "La ministra de Educación ni siquiera se molestó en brindarme audiencia. Los talentos no son considerados valores en nuestro país", advirtió el joven. Los recursos económicos de Giuliano son limitados. Su padre es taxista y su madre es ama de casa. Sin embargo, el pequeño ya proyecta abrir su instituto de informática en tanto se dedica a la enseñanza en su rubro.
"Ese era mi interés. Cuando cumplí 10 años, sabía que podía ingresar a la facultad. Además ya realicé una pasantía en la Universidad Católica durante 2 años", indicó.
Estimulado y emocionado a la vez, Giuliano sabe que le aguardan meses de mucho estudio y es justamente eso lo que le ayuda a continuar en las aulas de la secundaria. "Ya no me resulta interesante el colegio. Me cuesta relacionarme con mis compañeros porque mis intereses son diferentes", expresó.
Ahora, este talento se asignó la tarea de crear su propio sistema operativo. A los 18 años recibirá el título universitario de Ingeniero y a los 22 el doctorado. Sus estudios serán completamente solventados por la UCSA. Según el estudiante, esta universidad fue una de las pocas interesadas en su caso. "La ministra de Educación ni siquiera se molestó en brindarme audiencia. Los talentos no son considerados valores en nuestro país", advirtió el joven. Los recursos económicos de Giuliano son limitados. Su padre es taxista y su madre es ama de casa. Sin embargo, el pequeño ya proyecta abrir su instituto de informática en tanto se dedica a la enseñanza en su rubro.