Niño Fabricio sigue luchando por su vida

Fabricio Daniel Caballero Ayala, de dos años de edad, se encuentra con un cuadro delicado de salud debido a la miocardiopatía dilatada que afecta a su corazón, por lo que requiere de un trasplante de ese órgano.

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El bajo funcionamiento de su corazón empezó a afectar su riñón, por lo que desde el fin de semana es sometido a diálisis.

En la noche del miércoles sufrió una recaída, en la que aparentemente el pequeño abandonaba la lucha, pero al cierre de esta edición el corazón de Fabricio seguía latiendo y luchando en espera de un donante.

Es hijo de Miriam Noemí y Fredy Arsenio, ama de casa y camionero, respectivamente, y necesita un corazón de grupo sanguíneo A (+), de una persona donante de hasta 20 kilos de peso.

La madre comentó que apareció un posible donante, de unos 14 kilos, pero el grupo sanguíneo no era compatible con el de su pequeño. “No pierdo la fe de que esta batalla mi hijo ganará, que estará con nosotros”, expresó. Ayala pidió a la gente una oración a favor de su hijo y aseguró tener esperanza de que pueda sobrevivir.

El jefe del servicio de Terapia Intensiva del Instituto de Previsión Social (IPS), Óscar Franco, explicó que el niño recibe asistencia mecánica para respiración y que su corazón sigue latiendo mediante una droga, último recurso en esta enfermedad.

“El niño sufre de miocardiopatía dilatada en fase terminal. Su corazón late gracias a la milrinona, una droga que es la última instancia para mantenerlo vivo”, expresó. Agregó que solo un trasplante de corazón podría salvarle la vida, ya que el daño es irreversible.

El niño fue diagnosticado con miocardiopatía en diciembre último, luego de varios estudios realizados al no curarse de una aparente bronquitis.

Profesionales señalaron que es más difícil encontrar un corazón pediátrico, teniendo en cuenta que para ello debe producirse la muerte cerebral del potencial donante.

La madre de Fabricio expresó que estas semanas de internación más la diálisis ocasionaron que su hijo bajara de peso. “La oportunidad de que mi hijo siga viviendo depende de la desgracia ajena. No perdemos la esperanza”, expresó.

Por otra parte, tanto ella como los médicos valoran lo luchador que es el pequeño ya que hace semanas se encuentra en estado crítico.

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