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Cumpliendo esta labor se encontraba en las inmediaciones del Lago de la República, donde sufrió un accidente.
El pequeño, al observar que un coche llegaba para estacionar, cruzó la calle para acercarse al conductor.
Según testimonios, en ese ínterin apareció un auto circulando a gran velocidad. Se llevó por delante a J.A.P., lo tiró 20 metros por delante y su pequeño cuerpo comenzó a rebotar en la calzada como si aquellos hilos que lo sostenían se hubieran soltado.
Llegó gravemente herido al hospital distrital, los médicos no tardaron en darse cuenta de que su vida corría serio riesgo. En procura de salvarlo pidieron un avión ambulancia para trasladarlo a Asunción.
Los vecinos mientras tanto buscaron al padre, Silvio Portillo. Don Silvio trabaja como “sacoleiro”, ganando propinas por transportar mercaderías.
Es un hombre que vive en la pobreza. Su mujer lo abandono y dejó su hijo en manos de don Silvio, padre adoptivo de J.A.P.
De acuerdo al reporte de testigos, el vehículo que atropelló a J.A.P. tiene chapa número CBD 925.
En las primeras horas del 8 de diciembre, con apoyo de la Secretaría de Emergencia Nacional, partió el avión de la Fuerza Aérea Paraguaya rumbo al Este.
Ya en vuelo de retorno, los rescatistas del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay debieron sortear en vuelo descompensación y un paro respiratorio.
Terapia intensiva
El niño se encuentra en terapia intensiva; su padre, don Silvio, vive las peores horas de su vida ante el temor de perderlo.
En la noche del domingo, un rescatista del CBVP que participó de la evacuación aeromédica llegó hasta el Hospital de Emergencias Médicas. No podía conciliar el sueño recordando la imagen del niño tendido en la camilla. Pidió a su esposa que lo acompañara a Emergencias Médicas y juntos fueron al hospital a pesar de la hora.
Allí llegaron y encontraron a don Silvio arrodillado en una esquina: estaba llorando, lloraba sin cesar mientras sus manos golpeaban suavemente la pared como si con este gesto pudiera encontrar una explicación a su dolor.
Estaba desesperado, no tenía plata para comprar ampollas de adrenalina.
Los medicamentos no siempre son suministrados por el hospital dada la carencia de presupuesto.
La vida de don Silvio gira alrededor de un chico que no es suyo, pero el inmenso amor que siente por él lo convirtió en su hijo. J.A.P. se debate entre la vida y la muerte, aunque de momento sus signos vitales se encuentran estables.
Quizás sea el momento en que la solidaridad pueda ayudar a paliar el abandono en que transcurre la vida de don Silvio, aferrado al amor que siente por su hijo.
Donaciones
Don Silvio no pide dinero en efectivo, solicita que los medicamentos se compren y que él pueda retirarlos.
El celular de don Silvio es 0973- 419290.