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“Celebrar la Navidad no es celebrar una fecha concreta. Es celebrar un hecho: el nacimiento de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Es celebrar la locura de amor de un Dios que toma la condición frágil del ser humano para revelarse completamente y dar a conocer su designio de amor y salvación para todos”, reflexionó el sacerdote capuchino Valentín Pesente.
Explicó que la Navidad es recordar lo que en profecías dice la Sagrada Escritura y que se volvió una realidad: “Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; le ponen en el hombro el distintivo del rey y proclaman su nombre: consejero admirable, Dios fuerte, Padre que no muere, príncipe de la Paz” según dice en Isaías 9, 5.
A su criterio la Navidad debe ser una época especial de obras de caridad, de perdón y reconciliación. “Es época de dirigirse a aquellos que están solos por A o B circunstancia, a los que no pasan las fiestas con su familia, a aquellos que perdieron a un ser querido hace poco tiempo o que recibieron un diagnóstico no tan favorable de salud; a esos que perdieron el empleo… ciertamente ver todos los colores, el bullicio de la gente en la calle, el ir y venir de quienes compran compulsivamente para llenar sus vacíos, la música a todo volumen… todo esto hace que el dolor interno parezca más fuerte e incluso parezca que solo algunos pasan mal”, dijo el sacerdote.
Historia
Al referirse a la historia del pesebre, comentó que fue San Francisco de Asís el que “creó” el primer pesebre, en el año 1223. “Se cuenta que mientras recorría la pequeña población de Rieti, la Navidad lo sorprendió en la ermita de Greccio y fue allí donde todo comenzó. Él habló con su amigo, le contó su idea de hacer allí un pesebre vivo, y juntos lo prepararon todo, en secreto, para que fuera una sorpresa para los habitantes del pueblo. Vieron todo: personas que representen a Jesús, a María y a los pastores; les hicieron prometer que no dirían nada a nadie antes de la Navidad, y, siguiendo el relato del Evangelio de San Lucas, prepararon la escena del nacimiento”, relató. Agregó ¡hasta consiguieron un hermoso bebé para que representara a Jesús!
Esta misma inspiración se volvió tradición y se difundió rápidamente por toda Italia y luego al mundo entero. Hoy por hoy, figura en las tradiciones navideñas de cientos de países.
Finalmente, indicó que Navidad es una época para contemplar el pesebre con la sencillez de San Francisco de Asís y en él recibir la fuerza para seguir caminando con fe.