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Esta no sería completa si no tuviese en cuenta la mutua conexión que se presenta constantemente entre el Evangelio y la vida concreta, personal y social del hombre. Entre evangelización y promoción humana existen vínculos profundos de orden antropológico, porque el hombre que hay que evangelizar no es un ser abstracto, sino un ser sujeto a los problemas sociales y económicos. Lazos de orden teológicos, ya que no se puede disociar el plan de la creación del plan de la redención, que llega hasta situaciones muy concretas de injusticia, a la que hay que combatir, y de justicia, que hay que restaurar. Vínculos de orden eminentemente evangélicos como es el de caridad: en efecto ¿cómo proclamar el mandamiento nuevo sin promover, mediante la justicia y la paz, el verdadero, el auténtico crecimiento del hombre? (Compendio de la DSI Nº 66).
Estamos llamados muy seriamente a reflexionar sobre nuestro compromiso cristiano. ¿Estamos realmente dispuestos a responder a ese llamado?
Por el bautismo, el cristiano participa del ministerio regio de Jesucristo.
Cuarto encuentro
1. Oración inicial
2. Lectura bíblica: Juan 3,1-18; Romanos 6,1-11
Explicación: Jesús le habla a Nicodemos, fariseo, un maestro de la ley y le explica cómo se realizará la divinización del ser humano, cómo va a hacerse parte de los salvados, de los hijos de Dios, de los miembros de la Iglesia. Nacer del agua y del Espíritu, el bautismo. Y San Pablo a los Romanos les explica que por el bautismo toda persona se asimila a Cristo, que muere al pecado y resucita para una vida nueva. Así ya no será más esclavo del pecado y de la muerte sino señor de su vida por ser de Cristo, por ser propiedad de Dios.
Nota: después de leer y reflexionar sobre las explicaciones se pueden volver a leer totalmente los textos de la Sagrada Escritura.
3. Momento de silencio para meditar en forma personal sobre los textos leídos.
4. Compartir, por un momento, los frutos de nuestra reflexión personal.
5. Preguntas para compartir las respuestas.
a. A más de la concepción y del nacimiento a la vida, el acontecimiento más importante en la vida personal de todo cristiano es su bautismo. De qué modo recordamos y celebramos nuestro bautismo. Qué podemos hacer para remarcar el hecho de nuestro bautismo y el de nuestros hijos.
b. En qué hechos aparece que nosotros hemos muerto al pecado y nacido a una nueva vida en Cristo Jesús por el bautismo. En qué hechos puede aparecer que aún vivimos bajo el dominio del pecado.
c. Como cristianos, cómo tenemos que hacer para que aparezca en nuestra sociedad y en sus estructuras signos visibles de una sociedad liberada o liberándose de la opresión del pecado, de la injusticia y de la explotación.
Fuente: Pastoral Social Nacional
Estamos llamados muy seriamente a reflexionar sobre nuestro compromiso cristiano. ¿Estamos realmente dispuestos a responder a ese llamado?
Por el bautismo, el cristiano participa del ministerio regio de Jesucristo.
Cuarto encuentro
1. Oración inicial
2. Lectura bíblica: Juan 3,1-18; Romanos 6,1-11
Explicación: Jesús le habla a Nicodemos, fariseo, un maestro de la ley y le explica cómo se realizará la divinización del ser humano, cómo va a hacerse parte de los salvados, de los hijos de Dios, de los miembros de la Iglesia. Nacer del agua y del Espíritu, el bautismo. Y San Pablo a los Romanos les explica que por el bautismo toda persona se asimila a Cristo, que muere al pecado y resucita para una vida nueva. Así ya no será más esclavo del pecado y de la muerte sino señor de su vida por ser de Cristo, por ser propiedad de Dios.
Nota: después de leer y reflexionar sobre las explicaciones se pueden volver a leer totalmente los textos de la Sagrada Escritura.
3. Momento de silencio para meditar en forma personal sobre los textos leídos.
4. Compartir, por un momento, los frutos de nuestra reflexión personal.
5. Preguntas para compartir las respuestas.
a. A más de la concepción y del nacimiento a la vida, el acontecimiento más importante en la vida personal de todo cristiano es su bautismo. De qué modo recordamos y celebramos nuestro bautismo. Qué podemos hacer para remarcar el hecho de nuestro bautismo y el de nuestros hijos.
b. En qué hechos aparece que nosotros hemos muerto al pecado y nacido a una nueva vida en Cristo Jesús por el bautismo. En qué hechos puede aparecer que aún vivimos bajo el dominio del pecado.
c. Como cristianos, cómo tenemos que hacer para que aparezca en nuestra sociedad y en sus estructuras signos visibles de una sociedad liberada o liberándose de la opresión del pecado, de la injusticia y de la explotación.
Fuente: Pastoral Social Nacional