Muy fuerte a los 102 años, gracias a la leche de cabra

PARAGUARÍ (Catalino Ibarra, corresponsal). Doña Sílfide Meyer Vda. de Espínola, conocida como la “abuela” del Bo. Submarino, festejó sus 102 años rodeada de vecinos, parientes y amigos. El agasajo comenzó a la mañana en su domicilio y culminó en el parador Jukyry, de esta ciudad.

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Un sano régimen de alimentación en su niñez y juventud, basado en la leche de cabra, es lo que posiblemente le da larga vida y mucha fuerza, según reconoce la virtuosa mujer.

La recordación del onomástico comenzó con una serenata, a las 09:00 del 22 de febrero, amenizada por la Banda de Músicos del Comando de la Artillería. Hasta su domicilio llegó a esa hora el general de brigada Carlos Miguel Riveros, comandante de la citada unidad militar, para saludar a la longeva mujer.

Hicieron lo mismo el intendente municipal local, Ramón González (ANR), vecinos, amigos y amigas de doña Sílfide. Esta compartió momentos alegres, recordó anécdotas y agradeció a quienes llegaron a su casa para saludarla. De buen semblante, lúcida y fuerte, la anciana acostumbra levantarse bien temprano y le gusta leer nuestro diario, según comentó. Los vecinos, jóvenes, niños y adultos mayores la tratan cariñosamente como a la “abuela” de la comunidad.

Doña Sílfide fue enfermera de la Guerra del Chaco. Es docente jubilada del Colegio Nacional de Enseñanza Media Diversificada local y del Instituto de Formación Docente de esta ciudad, donde cumplía la tarea de jefa de archivo. Su lucidez le permite todavía recordar que estuvo casada con Teófilo Espínola (+), de quien enviudó hace mucho tiempo. Tuvieron una sola hija, Gladys María Espínola Meyer, quien falleció hace años en un accidente ferroviario en el Chaco, cuando tenía 26 años.

Como enfermera de la Guerra del Chaco, comentó que formaba parte del grupo que cuidaba a los heridos en la contienda chaqueña. El campamento se encontraba en las inmediaciones del Cerro Hû, de esta capital departamental, sitio donde llegaba a bordo de trenes, del entonces Ferrocarril Central “Pte. Carlos Antonio López”, recuerda.

Doña Sílfide pertenece a una generación de familia longeva. Su padre era un trabajador ferroviario de origen alemán (Juan Emilio Meyer), quien murió a los 99 años. Su madre, Emiliana Sanguina de Meyer, murió a los 100 años.

La homenajeada vive sobre la calle Cnel. Bogado y Humaitá, detrás del Poder Judicial local, en el barrio Submarino de esta comunidad, bajo el cuidado de Martina Torres, una familiar suya.

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