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La comunidad franciscana recordó ayer al religioso como una personalidad de la vida religiosa. Fue director de la Radio Cáritas.
Arketa defendió a muchos perseguidos durante la dictadura, sobre todo a los políticos.
El religioso incluso tuvo participación en el caso del capitán Napoleón Ortigoza, a quien escuchó su confesión. El relato que recibió del militar sirvió para advertir al gobierno de Stroessner de que si ejecutaran al militar (Ortigoza), delataría el secreto de confesión que refería a los asesinos del cadete Alberto Benítez.
Esta postura de Arketa salvó la vida de Ortigoza, quien aun así no pudo eludir la persecución y pasó gran parte de su juventud en la cárcel de la dictadura.
Arketa fue una persona que durante su estadía en Paraguay conseguía fondos para ayudar a los más pobres. Su persona era muy conocida y, en las necesidades, era paño de lágrimas de muchas personas. Fue el que siempre buscó el bien para el semejante.
Sus conocidos lo recuerdan como animador de la radio. Tenía una audición llamada de "Corazón a Corazón", que identificaba con la frase "sois formidables", que utilizaba para agradecer la generosidad de su audiencia.
Arketa también sufrió la persecución stronista. Su preferencia de los más pobres molestó a la dictadura, a tal punto que fue uno de los tantos tildados de comunistas. En cierta ocasión retornó a España para visitar a sus familiares y a la vuelta ya no le permitieron su entrada.
Con esta expulsión el país perdía a un prominente defensor de los más débiles.
"Difícilmente le olvidarán los asuncenos al padre Yosú Arketa, que fue el que copó la atención de la radioaudiencia en las celebraciones de las bodas de plata de Radio Cáritas, vale decir, en el año 1962. La creatividad y la viveza de sus novedosos programas como de Corazón a Corazón o el Sois formidables, sus emprendimientos de carácter social con el Banco de Caridad, le hicieron célebre y conocido a todos los niveles", dice el padre José Luis Salas del padre Arketa en la revista que publicó con motivo de los 100 años de la iglesia San Francisco de Asís.
Antes de su muerte, Arketa prestaba servicio pastoral en Bolivia, donde también trabajó en la radio. Aquejado por una enfermedad, retornó a España, donde estaba viviendo en la casa de la familia franciscana que se encuentra en Logroño. Incluso desde aquí dirigía un programa que había dejado en Bolivia. Enviaba grabaciones y mensajes.
Con la muerte del sacerdote, Paraguay también pierde a una persona que trabajó mucho en sus tierras, que defendió a su hijos, sobre todo a los perseguidos políticos.
Arketa defendió a muchos perseguidos durante la dictadura, sobre todo a los políticos.
El religioso incluso tuvo participación en el caso del capitán Napoleón Ortigoza, a quien escuchó su confesión. El relato que recibió del militar sirvió para advertir al gobierno de Stroessner de que si ejecutaran al militar (Ortigoza), delataría el secreto de confesión que refería a los asesinos del cadete Alberto Benítez.
Esta postura de Arketa salvó la vida de Ortigoza, quien aun así no pudo eludir la persecución y pasó gran parte de su juventud en la cárcel de la dictadura.
Arketa fue una persona que durante su estadía en Paraguay conseguía fondos para ayudar a los más pobres. Su persona era muy conocida y, en las necesidades, era paño de lágrimas de muchas personas. Fue el que siempre buscó el bien para el semejante.
Sus conocidos lo recuerdan como animador de la radio. Tenía una audición llamada de "Corazón a Corazón", que identificaba con la frase "sois formidables", que utilizaba para agradecer la generosidad de su audiencia.
Arketa también sufrió la persecución stronista. Su preferencia de los más pobres molestó a la dictadura, a tal punto que fue uno de los tantos tildados de comunistas. En cierta ocasión retornó a España para visitar a sus familiares y a la vuelta ya no le permitieron su entrada.
Con esta expulsión el país perdía a un prominente defensor de los más débiles.
"Difícilmente le olvidarán los asuncenos al padre Yosú Arketa, que fue el que copó la atención de la radioaudiencia en las celebraciones de las bodas de plata de Radio Cáritas, vale decir, en el año 1962. La creatividad y la viveza de sus novedosos programas como de Corazón a Corazón o el Sois formidables, sus emprendimientos de carácter social con el Banco de Caridad, le hicieron célebre y conocido a todos los niveles", dice el padre José Luis Salas del padre Arketa en la revista que publicó con motivo de los 100 años de la iglesia San Francisco de Asís.
Antes de su muerte, Arketa prestaba servicio pastoral en Bolivia, donde también trabajó en la radio. Aquejado por una enfermedad, retornó a España, donde estaba viviendo en la casa de la familia franciscana que se encuentra en Logroño. Incluso desde aquí dirigía un programa que había dejado en Bolivia. Enviaba grabaciones y mensajes.
Con la muerte del sacerdote, Paraguay también pierde a una persona que trabajó mucho en sus tierras, que defendió a su hijos, sobre todo a los perseguidos políticos.