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Las ordenanzas municipales se encargan de reglar la convivencia de los vecinos, pero esto para la Municipalidad de Asunción solo es en los papeles y no en la práctica porque los funcionarios no las aplican.
Una de esas regulaciones es lo referente a la venta y consumo de bebidas alcohólicas en las estaciones de servicio y gasolineras que en numerosos barrios de la ciudad se convirtieron en el principal punto de reunión de amigos los fines de semana.
Los vecinos de estos negocios, contribuyentes de la Comuna capitalina, se quejan diariamente porque en horas de la noche y madrugada las personas que se reúnen a beber en estos sitios arrojan en la vía pública su basura, ponen la música a todo volumen en sus vehículos, generan desmanes y utilizan las veredas como baño público.
En 2003, el entonces intendente Enrique Riera promulgó la Ordenanza 114 “De Prevención de la Violencia y Convivencia Ciudadana”. que prohíbe, entre otras cosas, la venta de bebidas alcohólicas en las estaciones de servicio. La norma municipal conocida como edicto Riera fue muy cuestionada porque “limita la libertad de las personas”.
A catorce años de su promulgación es letra muerta como tantas otras normas regulatorias. Los funcionarios de la Municipalidad de Asunción no la aplican. Ni siquiera saben qué dependencia tiene que fiscalizar su cumplimiento.
El artículo 12 de la citada ordenanza prohíbe expresamente la venta, comercialización y consumo de bebidas alcohólicas en las estaciones de servicio y gasolineras, pero desde hace varios años estos establecimientos, que se abren casi en cada esquina, lo hacen como si nada.
Tampoco en la calle
El “edicto Riera” también prohíbe, según el Art. 16, “la venta, comercialización, suministro gratuito y consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública”, lo que tampoco se aplica en la práctica.
En varias dependencias de la Municipalidad preguntamos a qué oficina corresponde su aplicación, pero nadie pudo precisar.
Existe una Policía Municipal, pero se encarga solamente del control de los vendedores informales en la vía pública, lo que tampoco funciona a juzgar por la ocupación de las veredas, cualquier espacio público, inclusive las calles como es el caso de la Av. Rodríguez de Francia, en zona del Mercado 4.
Más de 8.000 funcionarios
La falta de aplicación de las ordenanzas municipales es bastante curiosa puesto que la Comuna cuenta con más de 8.000 funcionarios. Todos los intendentes y concejales que pasaron por la institución reconocieron que los tienen en demasía.
Será cuestión de una mejor organización de las dependencias y distribución de los recursos humanos para comenzar a ordenar la institución en procura de la buena convivencia de los vecinos de la ciudad, que son los que mantienen con sus tributos la institución y a todos funcionarios, al intendente y a los 24 concejales.