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Hoy, martes 18 de marzo, en el Salón Auditorio de Bienestar Estudiantil del Rectorado de la UNA, Campus Universitario, de San Lorenzo, de 08:00 a 10:00, se inaugura oficialmente el Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF 2014) en Paraguay, actividad del comité nacional en pro de esa conmemoración, el Ministerio de Agricultura y Ganadería y la cooperación de IICA, FAO y GIZ.
La Naciones Unidas ha lanzado esta conmemoración a fin de poner de relieve el enorme potencial de los agricultores familiares para erradicar el hambre y conservar los recursos naturales.
El Comité Nacional Pro AIAF 2014 de Paraguay asume que las organizaciones de agricultores y agricultoras son las principales protagonistas de este año.
En ese sentido, esperan que durante 2014 se implementen nuevas políticas públicas y un gran proyecto país a favor de la agricultura familiar.
Dicho comité nacional fue constituido oficialmente el 18 de diciembre de 2013. Está conformado por una alianza de la sociedad civil-organizaciones agrarias campesinas, indígenas, rurales, de pescadores, las ONG, universidades, instituciones públicas, privadas e internacionales que trabajan con la agricultura familiar campesina.
Mundo libre de hambre y pobreza
Los agricultores familiares son una parte importante de la solución para lograr un mundo libre del hambre y la pobreza.
Según el censo agropecuario 2008, las mujeres productoras solo llegan al 22%, mientras que los hombres figuran con el 78%.
Las mujeres desempeñan múltiples roles, combinando principalmente su rol reproductivo y productivo.
Lo que no cabe duda es de que ellas participan activamente dentro de la agricultura familiar campesina, sin recibir ninguna remuneración por su fuerza laboral ni el reconocimiento social y económico, pues su trabajo es considerado como una ayuda para la familia.
Alimentación
La agricultura campesina continúa aportando a la alimentación de la población un porcentaje importante, aproximadamente en un 50%, según las últimas estimaciones.
Si bien ha habido pérdidas de las parcelas y una mayor migración campo-ciudad, el aporte sigue siendo significativo, a pesar del escaso apoyo que recibe del Estado.
Además de la alimentación diaria, la producción en pequeña escala forma parte del ingreso del hogar.