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Vinieron desde Juan León Mallorquín (Departamento de Alto Paraná) y para ello se puso un vestido impecablemente blanco con delicado bordado, una capa celeste como el cielo y una corona dorada con la imagen de la Virgen de los Milagros.
“Durante un año estuve postrada en cama y gracias a las bendiciones recibidas de la Virgencita pude levantarme de nuevo y ahora vengo a pagar mi promesa, por segundo año seguido”, asegura conmovida.
Tiene 14 hijos, pero esta vez la acompañan Martina Ibarrola Vda. de Rodríguez (60) y dos de sus nietas. La mayoría de los integrantes de la familia se reúne ante la Virgen, provenientes desde distintos lugares del país, de donde vienen peregrinando en bicicletas o a pie.
“Venimos con gusto y con mucha fe porque ella estaba postrada durante un año, muy grave, pero la Virgencita le ha dado de nuevo vida y este sacrificio la revitaliza”, asegura.
Las motocicletas tampoco faltaron a la caravana, pues sobre estos biciclos llegaron hasta la capital espiritual varios jóvenes integrantes del grupo “Amigos Unidos”.
Carlos César Cuenca Cano, coordinador de la comitiva, explicó que en total vinieron nueve motocicletas, en cada una de las cuales vienen dos personas, todos familiares, vecinos y amigos.
Partieron desde el centro mismo de Ciudad del Este y trajeron una imagen de la Virgen de Caacupé que es venerada en una capillita de la familia Cuenca Cano desde hace años. El recorrido llevó unas cinco horas pues en el tramo de Coronel Oviedo hasta Caaguazú les alcanzó la lluvia y los empapó.
“Venimos a rezar y a pedir por la familia y el trabajo”, aseguró al destacar que las autoridades deben realizar un mayor esfuerzo en busca de seguridad para toda la población pues en su zona, como en varios otros lugares del país, la inseguridad los arrasa.
La imagen que acompaña al grupo fue objeto de veneración también de todos quienes llegaban a la plazoleta del santuario mientras aguardaban la vigilia de la Inmaculada Concepción.