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“Mi cuerpo, mi territorio. ¡Ni usen, ni abusen!” fue el lema ayer de la marcha contra el abuso y la violencia sexual hacia la niñez y adolescencia, iniciativa del Movimiento contra la violencia sexual hacia niñas, niños y adolescentes. Con alegorías y manifiesto, los asistentes -unas 200 personas- denunciaron ausencia estatal, y exigieron que entidades pertinentes cumplan con su tarea de proteger a la infancia. Solicitaron que los casos de abuso sexual no queden impunes, y que las niñas víctimas de violación y embarazadas sean asistidas. Miembros del movimiento, de distintas edades, guiados por adultos, integrantes de las asociaciones Callescuela, Panambí, Mil solidarios, Beca, grupo Luna Nueva, Ceniju, Plan Internacional y Somos Pytyvöhára, se congregaron en la plaza Uruguaya, para luego marchar hasta el Panteón de los Héroes.
Debido a las actividades que se realizaban sobre calle Palma (presentación de bandas musicales, bailes folclóricos y otras propuestas afines a la peatonalidad sabatina), la marcha prosiguió por calles alternativas hasta llegar a la Plaza de los Héroes, al lado del Panteón. Un monólogo sobre criadazgo y explotación sexual presentó Natalia Cálcena, y luego de la lectura del pronunciamiento, los presentes lanzaron globos lilas como protesta contra el abuso.