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“La situación es grave y va empeorando. El 61% de nuestras camas en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) son ocupadas por gente irresponsable e imprudente. Si no mueren, quedarán con secuelas físicas de por vida. Cada año se gastan US$ 100 millones para atender a los accidentados en moto y va en aumento. Pedimos que la Policía, las municipalidades y la Caminera hagan su trabajo. Deben controlar y sancionar a los que no usan casco”, dijo el Dr. Aníbal Filártiga, director del Centro de Trauma. Comentó que tuvieron que rechazar accidentados de Concepción y Caaguazú que requerían terapia intensiva. “Nos da una desesperación tremenda no poder recibir a estos pacientes, pues probablemente mueran en las próximas horas”, señaló.