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Se tuvo que esperar que se liberara el único quirófano para que se le practique la extracción del objeto. Por el tamaño del objeto, este quedó atascado en el tercio superior del tubo digestivo.
La extracción se realiza solo mediante un procedimiento quirúrgico que se hace bajo sedación, informó la doctora María José Guillén. El chico estaba internado primeramente en un centro asistencial de Santaní.
La doctora Guillén comentó que ayer a la tarde se le había referido telefónicamente a la guardia del Hospital de Clínicas sobre el caso.
El personal de guardia no dio el visto bueno para que viniera, porque no tenían posibilidad de operarle el miércoles. Ante esta situación, el médico de dicha comunidad debió haber visto en otro centro médico, pero de manera irresponsable lo enviaron librado a su suerte, dijo la médica.
El pequeño fue traído ayer a Clínicas por sus familiares por medios propios, ya con el conocimiento de que no había posibilidad de darle solución inmediata, según reconoció el padre del pequeño en conversación con ABC Color.
Por su parte, la doctora Guillén dijo que el niño llegó deshidratado, por lo internaron, hidrataron y estabilizaron. Ya sin vómitos, quedó en reposo enteral, y recién alrededor de las 15:00 se lo sometió a cirugía.
El único quirófano de pediatría estaba operando a niños con riesgo de vida, que son pacientes de emergencia. “Hay niveles de atención. El niño es una urgencia, pero tenemos casos más graves, a los que llamamos emergencia, y ellos tienen prioridad. Son pacientes que si no entran ya a quirófano, se mueren”, explicó.
Al ser consultada si era una cirugía de riesgo, dijo que todo procedimiento implica un riesgo. Agregó que pese a no ser un centro de referencia en dichos procedimientos, la Urgencia de Pediatría de Clínicas recibe cada tanto varios casos de niños que han ingerido diversos objetos, hasta alfileres y clavos.
Concienciación
Por otro lado, dijo que trabajan en darle un manejo integral, no solo asistencia, sino también en concienciar a los familiares a no dejar objetos pequeños al alcance de niños pequeños, para que no lo metan a la boca, oído o la nariz, y pongan en riesgo órganos o su propia vida.
El padre de la criatura dijo que siempre cuidan bien de su hijo, pero que bastó un descuido para que tomara una moneda y se lo llevara a la boca. Señaló que ocurrió cuando la madre estaba cocinando, y él, convaleciente, luego de una operación.