Cargando...
Comentó que el viernes, al término de la misa de las 19:00, los militares ya pretendieron cerrar las calles y accesos a la Basílica, queriendo desalojar incluso a los devotos que se encontraban dentro de la capilla orando. En ese momento se produjo la primera discusión, que terminó con el retiro de los militares. Sin embargo, una situación similar se repitió a la 01:30 de ayer cuando los militares retornaron, esta vez acompañados de policías y comenzaron a colocar los vallados dificultando la circulación de la gente. Uno de los guardias maltrató al sacerdote diciéndole “quién era él para intentar obstaculizar la labor” que estaban realizando.