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La decisión fue adoptada luego de una serie de denuncias por parte de ciudadanos que, molestos por la ubicación de la estructura, reportaron que no se podía caminar por la vereda en la zona.
Luego de la intervención, se solicitó un informe al Departamento de Ingeniería de Tránsito. Tras el análisis, el jefe de la dependencia Alfredo Ibáñez ordenó reducir la estructura dejando 1,20 metros de espacio para la circulación peatonal, según sostuvo Morales.
Recordó que la antigua parada obstruía la visual a los conductores que salen de la costanera y se detienen en el semáforo de Gral. Santos y Artigas. Este problema hizo que los taxistas construyan un nuevo puesto, a metros del anterior. Sin embargo, la nueva estructura ocupa casi toda la vereda.