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Era el sitio donde la gente se congregaba en las tardecitas para disfrutar del murmullo del agua en la fuente y de la vista de un jardín de rosas y otras plantas ornamentales que fueron arrancados del lugar para dar paso a la construcción de estacionamiento subterráneo. Los ciudadanos más antiguos recuerdan los buenos momentos en el amplío espacio verde, a los vendedores de aloja y a los fotógrafos que sacaban retratos instantáneos en el sitio.
La obra fue bastante cuestionada, pero aun así la Intendencia sacrificó la antigua plaza. Los bancos perimetrales que se colocaron en el nuevo espacio de cemento solo se usan de noche por el intenso calor y el desagradable aroma a baño.
El año pasado, los funcionarios de la Comuna lanzaron un proyecto para recuperar nuevamente la plaza. Anularon el túnel que une la parte alta con la baja, en donde está la escalera.
El sitio era utilizado por los transeúntes como sanitario, lo que hacía muy desagradable circular por el lugar. Lo convirtieron en un gran planterón, en donde se cultivaron plantas.