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Unos ganan G. 9 millones, prácticamente sin esforzarse mucho, otros perciben un salario de G. 2 millones o tal vez menos, pero deben apechugar a diario la sobrecarga de pacientes que acuden a las urgencias o a los consultorios. Esta situación está creando ronchas en el seno de los gremios.
Es el modelo de la APS (Atención Primaria de la Salud) que está implementando la ministra de Salud Pública, Esperanza Martínez, creando ciudadanos de primera y de segunda, pues los médicos que trabajan en este programa solo lo hacen de lunes a viernes.
Este modelo busca ante todo crear una falsa imagen de salud de la población que dista mucho de la realidad que pasan los usuarios y ni qué decir los profesionales en los diferentes servicios hospitalarios.
La entrada en forma populista, irresponsable y temería de un modelo exitoso solo en Cuba por sus características conocidas (exceso de RR.HH. y modelo político socialista de larga data), pero con un rotundo fracaso en diversos países donde se contaba con otros modelos de salud pública es la constante (Venezuela, Bolivia, etc.), generando quejas de los usuarios de esos países.
El modelo en nuestro país va direccionado al fracaso desde un principio por diversos factores. Uno de ellos tiene que ver con el financiamiento (presupuesto destinado a salud pública), la población, o sea los usuarios (falta de educación y problemas agudos y crónicos de salud) y los recursos humanos (cuya formación es totalmente distinta al modelo que se pretende imponer) no contemplados por este modelo ni por las autoridades.
¿Qué son las APS?
Los equipos de APS son grupos fijos conformados por un médico, una enfermera y una auxiliar, que trabajan a tiempo integral, de lunes a viernes, brindando atención a una comunidad bien definida y delimitada, de aproximadamente 3.500 personas.
Según el Ministerio de Salud, constituyen el primer nivel de atención y están instaladas en las clínicas rurales, puestos de salud, dispensarios, consultorios, centros de salud y centros asistenciales de organizaciones religiosas o de otras entidades con quienes se firman convenios para el usufructo de sus instalaciones. Son la puerta de entrada y primer nivel de contacto con las personas, junto con los servicios de urgencias, les corresponde atender todos los procesos y procedimientos de salud dirigidos a personas y familias que no requieran atención especializada o internación, incluidas las emergencias.
No solucionan, remiten pacientes
Sin embargo, a raíz de este nuevo programa que es la "niña bonita" de la ministra de Salud, Esperanza Martínez, el modelo que se implementa con mucho énfasis pretende que los profesionales de salud (equipo de APS) lleguen a las casas, verifiquen quiénes están enfermos y en vez de tratarlos en sus domicilios como corresponde, los remiten a los hospitales o puestos de salud que se ven saturados de pacientes.
Es el modelo de la APS (Atención Primaria de la Salud) que está implementando la ministra de Salud Pública, Esperanza Martínez, creando ciudadanos de primera y de segunda, pues los médicos que trabajan en este programa solo lo hacen de lunes a viernes.
Este modelo busca ante todo crear una falsa imagen de salud de la población que dista mucho de la realidad que pasan los usuarios y ni qué decir los profesionales en los diferentes servicios hospitalarios.
La entrada en forma populista, irresponsable y temería de un modelo exitoso solo en Cuba por sus características conocidas (exceso de RR.HH. y modelo político socialista de larga data), pero con un rotundo fracaso en diversos países donde se contaba con otros modelos de salud pública es la constante (Venezuela, Bolivia, etc.), generando quejas de los usuarios de esos países.
El modelo en nuestro país va direccionado al fracaso desde un principio por diversos factores. Uno de ellos tiene que ver con el financiamiento (presupuesto destinado a salud pública), la población, o sea los usuarios (falta de educación y problemas agudos y crónicos de salud) y los recursos humanos (cuya formación es totalmente distinta al modelo que se pretende imponer) no contemplados por este modelo ni por las autoridades.
¿Qué son las APS?
Los equipos de APS son grupos fijos conformados por un médico, una enfermera y una auxiliar, que trabajan a tiempo integral, de lunes a viernes, brindando atención a una comunidad bien definida y delimitada, de aproximadamente 3.500 personas.
Según el Ministerio de Salud, constituyen el primer nivel de atención y están instaladas en las clínicas rurales, puestos de salud, dispensarios, consultorios, centros de salud y centros asistenciales de organizaciones religiosas o de otras entidades con quienes se firman convenios para el usufructo de sus instalaciones. Son la puerta de entrada y primer nivel de contacto con las personas, junto con los servicios de urgencias, les corresponde atender todos los procesos y procedimientos de salud dirigidos a personas y familias que no requieran atención especializada o internación, incluidas las emergencias.
No solucionan, remiten pacientes
Sin embargo, a raíz de este nuevo programa que es la "niña bonita" de la ministra de Salud, Esperanza Martínez, el modelo que se implementa con mucho énfasis pretende que los profesionales de salud (equipo de APS) lleguen a las casas, verifiquen quiénes están enfermos y en vez de tratarlos en sus domicilios como corresponde, los remiten a los hospitales o puestos de salud que se ven saturados de pacientes.